El hoyo 18 le hizo una fina chicuelina a Jon Rahm (-13) para impedirle ser el líder en solitario del Hero World Challenge. Un quiebro torero. Un regate de patio de colegio. Aún así, sigue al frente del torneo a falta de una jornada. Comparte el honor con Tony Finau (-13) y Henrik Stenson (-13).
No fue la única corbata cruel de la jornada. En el hoyo 15, jugado de manera magistral, con drive y hierro 8 para cubrir más de 540 yardas, se dejó un putt de tres metros escasos para eagle. En este caso, fue un requiebro, con guasa, una vuelta de unos 240 grados al agujero.
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Jon ha terminado la tercera vuelta mejor de lo que empezó y es obvio que bien podría haber acabado como líder en solitario, pero lo cierto es que no debe reprocharle hoy demasiado a su putter o a su suerte en los greenes. Más bien al contrario. En la primera parte del recorrido se mantuvo en pie gracias a embocar buenos putts de entre dos y cuatro metros. Situaciones clave que marcan por lo que vas a estar peleando el resto del día.
Rahm fue un funambulista en los primeros hoyos. Desde el tee ha seguido brillante, pero los hierros andaban hoy más espesos que ayer. Algún green más de la cuenta fallado y putts de birdie muy largos. Al mismo tiempo, Henrik Stenson iba poniendo tierra de por medio con un gran arranque de cuatro birdies en los primeros nueve hoyos. Jon iba con el gancho, pero sin perder la estela del nórdico.
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Ha sido un buen ejercicio de paciencia, de pico y pala, de saber que las rondas son largas y que en el recorrido Albany Golf Club de Bahamas hay margen de maniobra. Cinco pares 5 y un par 4 corto son una bicoca para un Jon al que no hay nada que más le guste que jugar al golf atacando.
Finalmente, ha entregado una muy buena tarjeta de 69 golpes. No ha sido la exhibición del viernes, pero sí una demostración de que con el ‘otro golf’ también sabe hacer resultado y mantenerse arriba en los torneos.
“Me ha sorprendido cómo he jugado este año con todo lo que me ha pasado”
El cronista corre la tentación de pensar que el torneo es cosa de tres. Los tres líderes. Empatados todos con -13 y jugando bien. Especialmente porque el cuarto clasificado, Gary Woodland, está a dos golpes, y el quinto, Rickie Fowler, a tres. Pero este presagio sería un craso error. Más que nada porque el recorrido de Bahamas ha demostrado que permite vueltas muy bajas. De hecho, no hay que irse muy lejos. El año pasado Rickie Fowler ganó con una vuelta final de 61 golpes, recuperando nada menos que cinco impactos al líder el domingo.
Sea como fuere, Jon despide el año como lo empezó, peleando por las victorias el domingo. Extraordinario. En forma 365 días. Gane o no, será un broche de oro a otra gran temporada del golfista de Barrika. Quien no podrá ganar el torneo es Tiger Woods (-2), que cierra la clasificación tras otro día espinoso. Mientras, Justin Rose (-8), con una ronda de 68 golpes, se ha dado una oportunidad de acabar en segunda posición y recuperar el Número 1 del mundo. Lo tiene a cinco golpes, difícil, pero no imposible en este Albany Golf Club.
