Apenas cazó tres calles de catorce y nueve greenes en regulación, pero aún así, Tiger Woods (-3) logró cerrar su tercera ronda en el Farmers Insurance Open con una buena tarjeta de 70 golpes para escalar 26 posiciones en la clasificación general y meterse entre los 40 primeros del torneo.
Nada más finalizar su ronda, el californiano resumió a la perfección cómo había sido su día del movimiento en Torrey Pines: «Juego corto y corazón, eso es todo lo que tuve hoy». Poco más que añadir. «Bueno, es lo que hay, pelear, seguir peleando y rechinar los dientes», dijo.
«Lo intenté tan fuerte como pude, pero no le pegué bien a la bola en todo el maldito día. En realidad, estaba intentando encontrar algo que se asemejara a un buen swing de golf. Aunque mientras, estaba chipeando y pateando, y haciendo buenos marcadores», explicó el exnúmero 1 del mundo.
Tiger se encontró con el rough por izquierda y derecha, indistintamente. A buen seguro visitó zonas de Torrey Pines que no sabía ni que existían. Aunque todo tenía una explicación: «Estuve intentando ‘perder’ la bola en el lado correcto para intentar encontrar los ángulos correctos, y creo que lo hice la mayor parte del día. Entonces, tuve que confiar en mi toque, mi sensación y mi putt, y esos aspectos están yendo bien toda la semana».
Pasar el corte en su primer torneo regular desde hace casi un año ya es un éxito para Woods. Pero él siempre quiere más, no se conforma. Así que intentará despedirse hoy de Torrey Pines con otra buena ronda que le permita seguir escalando posiciones en la clasificación.
