Cierto es que las condiciones meteorológicas han sido más que favorables, con un día soleado y sin una pizca de viento; y que las banderas, al tratarse de un pro-am, no ofrecían especial dificultad en su colocación. Pero para nadie es fácil firmar una tarjeta de 67 golpes, cinco bajo par, y menos aún viniendo de un sensacional 62 el día anterior.
Por eso tiene tanto mérito lo que ha hecho hoy Jon Rahm (-15) en California. No ha podido repetir su brillante actuación del jueves, donde completó su mejor ronda como profesional, pero ha jugado un excelente golf manteniendo intactas sus posibilidades de victoria en el CareerBuilder Challenge, tercer torneo del año en el PGA Tour.
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El golfista de Barrika acumula unos registros sencillamente excepcionales. En sus tres últimos torneos suma 10 rondas consecutivas bajo par, con un 78,3% de greenes en regulación y un resultado acumulado de 50 bajo. Casi nada. Y su juego cada vez se muestra más sólido y sin fisuras, dominando a la perfección todas las facetas.
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Rahm le ha pegado al drive más fuerte que ayer, con una distancia media de 325 yardas, y ha cazado más greenes en regulación (88,89%), pero no ha estado tan fino con el putter como el jueves, dejando escapar algunas buenas oportunidades de birdie. Eso sí, no ha perdonado ni uno solo de los cuatro pares cinco del campo, en los que ha sustentado su buena ronda.
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Y lo que en condiciones normales le habría servido para conservar holgadamente el liderato, esta vez sólo le ha permitido ser segundo por detrás del estadounidense Andrew Landry (-16). El texano, de 30 años y profesional desde 2009, ha jugado de maravilla, sin cometer errores y encadenando cinco birdies entre el 11 y el 16 para cerrar el día con 65 golpes y cazar la primera posición.
Tras Landry y Rahm, que jugaron en el Nicklaus Tournament Course, aparecen Jason Kokrak (-14), tercero en solitario, y el trío formado por Zach Johnson, Michael Kim y Martin Piller (-13), a dos golpes del líder. Entre el resto de favoritos al triunfo, Brian Harman (-10) conserva sus opciones, mientras Patton Kizzire (-8) y Phil Mickelson (-6) tendrán que remar de lo lindo el sábado para meterse en la pelea… e incluso para pasar el corte, que apunta a ser uno de los más bajos de la historia.
Jon cerrará las tres primeras jornadas jugando el temido Stadium Course, mismo campo en el que se decidirá el torneo el domingo. Y aunque sobre el papel es el más complicado de los tres que albergan este peculiar torneo, será difícil que Rahm no vuelva a mostrar su poderío y se presente en la última ronda con grandes opciones de lograr su segundo triunfo en el PGA Tour… si el inspiradísimo Landry lo permite.
