Rafa Cabrera Bello es líder en solitario del Arnold Palmer Invitational. Es la primera vez en su carrera que está al mando de un torneo del PGA Tour él solito. Ese muro ya está superado. Hasta ahora, lo mejor que había hecho era liderar un torneo empatado con otro jugador. Fue tras la primera ronda del Wyndham Championship de 2016. Firmó 63 golpes y el domingo acabó en quinta posición.
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Rafa hizo muchas cosas bien este jueves en Bay Hill. Nadie hizo más birdies que el canario, ocho. Fue el mejor de tee a green, sacando nada menos que casi seis golpes de ventaja a la media del torneo (5.94). Tampoco pateó nada mal, puesto que metió más de dos golpes de media al resto, situándose en el puesto 19º en esta parcela y fue el quinto que más greenes cogió. Arrollador.
No obstante, el dato más llamativo del fenomenal despliegue de Rafa en esta primera ronda del Arnold Palmer fueron los golpes a green. Nadie fue más consistente y preciso que el golfista español buscando el trapo en Bay Hill. En esta estadística, sacó prácticamente cinco golpes a la media del torneo. Exactamente fueron 4.67. Como si estuviera jugando a los dardos. En este apartado fue la mejor ronda de su carrera en el PGA Tour.
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Rafa intentará mejorar esta semana su mejor actuación de siempre en un torneo del PGA Tour. De momento, su listón es la tercera posición, una casilla que ha ocupado hasta en tres ocasiones: WGC Match Play 2016 y CJ Cup de Corea 2018 y WGC México Championship 2018.
Obviamente, liderar el Arnold Palmer después de la primera ronda no es garantía de victoria, ni mucho menos. Aún queda mucha tela que cortar y muchos hoyos con los que lidiar. De hecho, la historia dice que los primeros líderes tienen realmente complicado cerrar los triunfos en el PGA Tour y en particular en este torneo. Sólo lo han conseguido tres jugadores desde el año 2000. El último fue Jason Day en 2016. La vía del australiano es la que Cabrera Bello tratará de aplicar esta semana.
Jason Day la manda al agua y se retira en Bay Hill
El resultado de apertura de Rafa habla por sí solo. Sus 65 golpes, con dos de ventaja sobre el siguiente, tres sobre el tercero y cinco sobre el top 15º, explican de manera rotunda su excepcional actuación, pero además resulta que no fue un día sencillo en Bay Hill, más bien al contrario. La media de golpes de todos los jugadores fue de 73, ocho más que Rafa, y se contabilizaron la friolera de 94 bolas al agua, la cifra más alta en cualquier ronda del Arnold Palmer Invitational desde 2003. Sólo dos jugadores consiguieron firmar vueltas sin bogeys: Keegan Bradley y Tommy Fleetwood.
Eso sí, por contra, se vieron dos hoyos en uno en un mismo hoyo. Sus autores fueron Francesco Molinari y D.A. Points y la víctima fue el hoyo 7. No pasaba desde el torneo de República Dominicana del año pasado en Punta Cana.
