La Ryder Cup ha vivido hoy un aperitivo de lujo durante la primera jornada del BMW Championship. Apenas unas horas después de conocer el equipo completo de Europa y once de los doce jugadores que representarán a Estados Unidos en París, Rory McIlroy (-8) y Tiger Woods (-8) han librado una sensacional batalla de birdies en el bello recorrido Aronimink de Pennsylvania. Más de uno ha empezado a salivar imaginando lo que nos espera dentro de tres semanas.
Tanto McIlroy como Tiger han ofrecido una exhibición magistral de golf, hasta el punto de que los dos han coquetado muy seriamente con la mítica cifra de los 59 golpes, aunque finalmente han hecho 62. Woods firmó 29 por sus primeros nueve hoyos, su cifra más baja en un parcial desde el Tour Championship de 2007, y llegó a ponerse con siete bajo par a falta de ocho.
Tanto McIlroy como Tiger han ofrecido una exhibición magistral de golf, hasta el punto de que los dos han coquetado muy seriamente con la mítica cifra de los 59 golpes
Iba disparado, aunque el putter se le enfrió y finalmente no pudo bajar de 60. Pese a todo, acabó con dos birdies más en sus últimos tres hoyos para paliar el bogey en el monstruoso par 3 del 8. Su birdie del 9 fue fantástico. Falló la calle, pero pegó una gran madera 3 desde el rough, la dejó al borde de green y desde ahí firmó dos putts.
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Woods lo ha hecho todo bien. Nuevamente se ha mostrado sólido y muy regular desde el tee y con los hierros ha estado soberbio. De hecho, nadie las ha dejado más cerca del hoyo de media que él en la primera vuelta. Aún así, lo que mejor le ha funcionado ha sido el putter. Al fin… A la cuarta parece que puede ir la vencida.
Tiger ha estrenado otro putter en esta ronda, con el que ha estado trabajando en su casa, un Scotty Cameron clásico, y el rendimiento ha sido inmediato. Embocaba un putt de birdie en el hoyo 10 (su primer hoyo) de casi seis metros, mientras que la semana pasada sólo metió dos putts de más de cuatro metros y medio. Después ha alternado tirazos y muy buenos putts para acabar con un balance espléndido de siete birdies y un eagle. Precisamente, el eagle llegaba en el hoyo 16 tras pegar su mejor golpe largo del día, un soberbio hierro 3 que dejaba a metro y medio del hoyo.
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Tiger no pudo hacer 59, pero enseguida recogió el testigo Rory McIlroy. El norirlandés, como si de un duelo match play Ryder se tratara, ha respondido de maravilla. Ha desatado dos de sus habituales tormentas de birdies, tres seguidos para empezar entre los hoyos 11 y 13 y seis encadenados entre el 18 y el 5. Su flirteo con el 59 era aún más decidido que el de Tiger, ya que se ponía con nueve bajo par, a dos birdies el mítico resultado, con cuatro hoyos aún por jugar. No obstante, al igual que Woods, se frenaba, cometía dos bogeys en el 7 (aquí por ser demasiado ambicioso buscando el birdie) y en el terrorífico 8 y acababa con birdie en el 9 para igualar con Tiger.
Todos los drives de McIlroy han superado hoy las 314 yardas y siete de ellos han viajado por encima de las 330
Lo de Rory hoy desde el tee ha sido una sucesión antológica de misiles. Su drive más corto ha sido de 314 yardas y siete han superado las 330. Un auténtico bazoka.
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Ambos han acabado como líderes del torneo tras la primera jornada y, sobre todo, han mandado un serio y atractivo aviso de lo que se puede vivir en París durante el gran enfrentamiento entre Estados Unidos y Europa. Este viernes viviremos el segundo capítulo de este duelo particular. Por cierto, información de servicio, el PGA Tour ha decidido adelantar los horarios por mal tiempo. Las últimas salidas serán a las nueve de la mañana hora local, por lo que a eso de las ocho de la tarde, hora peninsular española, podría haber acabado la jornada, siempre y cuando lo permitan las tormentas.
