El PGA Tour viaja esta semana al Muirfield Village Golf Club de Dublin, en Ohio, para celebrar una nueva edición del the Memorial Tournament. Un torneo muy especial en el que una de las grandes leyendas vivas del golf, Jack Nicklaus, fundador, anfitrión y ganador del evento, acapara gran parte de la atención mediática.
Este martes, durante una charla informal con varios de los enviados especiales de los medios de comunicación, el Oso Dorado desveló algunos detalles interesantes sobre la recuperación física de Tiger Woods y lo que, a su juicio, aún le falta para volver a ganar torneos en el circuito.
Tiger, cuando regresó a la competición este año, dijo que necesitaría paciencia para adaptarse a su nueva situación, tras la cirugía de fusión a la que se sometió en la espalda el pasado año. Sin embargo, desde el primer momento, ha mostrado un gran nivel de juego en casi todas sus apariciones.
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De los ocho torneos en los que ha participado, después de haber jugado sólo cuatro en los dos años anteriores, sólo ha fallado un corte. En cuatro eventos ha terminado entre los 12 primeros, y en el Valspar Championship, rozó la victoria, finalizando empatado en el segundo puesto.
En apenas cinco meses ha pasado del puesto 656 del ranking mundial al número 83, y aunque todavía no ha mostrado su mejor versión con el driver, los hierros cortos y el putter, ya ha aparecido en más de un domingo entre los candidatos a la victoria. Algo impensable hace pocos meses.
Para Nicklaus, gran conocedor de la historia de Woods, el diagnóstico es claro: «Todos tenemos que aprender a volver a ganar». El Oso Dorado cree que Tiger está en una situación como la que vivió él en su día, cuando conquistó el Masters de Augusta de 1986, su 18º major, con 46 años de edad y tras dos temporadas sin victorias.
Hizo birdie en el nueve, birdie en el diez y, como si su mente se reactivara, entró en juego para convertirse en el ganador más veterano en el Augusta National: «Fue como si recordara cómo jugar. Estaba peleando, pero no podía hacer nada. Y de repente, haces un buen putt y lo recuerdas todo, en especial si has sido campeón antes. En su día aproveché esa circunstancia y Tiger tiene que recurrir a ella».
«Está claro que debe superar la barrera de no haber ganado durante un largo tiempo», explica Nicklaus, refiriéndose a la última victoria de Woods, en 2013. «Cuando llevas tanto sin ganar es algo que pasa, forma parte de la naturaleza humana. Pero cuando estás con alguien tan bueno y competitivo como él, está claro que romperá esa barrera. No me sorprendería ver a Tiger ganar aquí esta semana», confiesa.
Será difícil, sin duda, porque la ‘fiesta’ anual de Jack tiene invitados de primer nivel, como el actual número 1 del mundo, Justin Thomas, o campeones del circuito como Dustin Johnson, Justin Rose, Jordan Spieth, Jason Day, Patrick Reed, Rickie Fowler… «Creo que Tiger jugará muy bien, aunque es verdad que tiene mucha competencia», asume Nicklaus.
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«Lo bueno para Woods es que ya no padece ese factor miedo», cree. Además, para el californiano, Muirfield es como su segunda casa. Nadie ha jugado mejor que él en este campo. Es el jugador con más victorias en el torneo (cinco, en 1999, 2000, 2001, 2009 y 2012) y el único que ha sido capaz de repetir victoria en años consecutivos, dos veces.
Cierto es que en 2015, su última presencia en el the Memorial, no estuvo fijo. Pero su última aparición, en el The Players Championship, firmando un sensacional 11º puesto, da rienda suelta a la esperanza de sus fans. «Creo que está jugando bien, le encanta este campo, siempre lo hizo bien aquí, y el recuerdo de lo que logró en este escenario volverá a su cabeza. Eso le ayudará a jugar mejor», piensa Nicklaus.
«Es un competidor duro, un gran trabajador. Estoy convencido de que estará en la pelea bastante tiempo. Pienso que volverá a ganar cuando él mismo se lo crea, cuando su mente se lo susurre. Creo que lo conseguirá. ¿Si ganará más majors? Sí, creo que sí», añade el Oso Dorado, una de las voces más autorizadas del golf mundial.
La cena de campeones del pasado año
Durante su charla con los periodistas, Nicklaus desveló una conversación que mantuvo con Tiger en la Cena de Campeones del Masters del pasado año. El californiano no jugaba desde que se viera obligado a retirarse en el Omega Dubai Desert Classic de febrero por sus espasmos en la espalda.
Jack llevaba desde entonces intentando que Tiger visitara a su terapeuta personal, Pete Egoscue. Pero Woods no había aceptado la sugerencia. «¿Cómo estás?», le preguntó Nicklaus. «No muy bien», respondió Tiger. «¿Sabes? A Pete le encantaría verte», le dijo Jack. «Estoy listo», sentenció Tiger.
Woods terminó pasando un par de horas con Egoscue, aunque el terapeuta no pudo hacer demasiado: «Pete me dijo: ‘sabía que no iba a volver porque era imposible sacarlo de su dolor tan rápido como él quería. Podría haberlo conseguido, pero con un periodo de tiempo más largo'». Tiger no quiso esperar y dos semanas después, se sometió a la cirugía de fusión espinal.
