A menos de 24 horas de que arranque una nueva edición del Valspar Championship, en el engranaje mediático del PGA Tour todavía colea la decisión de Jon Rahm en el segundo golpe del hoyo 11 del TPC Sawgrass el domingo.
Su paso por la sala de prensa en el Innisbrook Resort ha servido para aclarar aún más su decisión de arriesgar desde el búnker en un golpe que terminó en el agua. Cuestionado por la conversación que mantuvo con su caddie, Adam Hayes, que le recomendó ser más prudente en ese momento concreto de su ronda, el de Barrika ha dado su opinión con la naturalidad y sinceridad que le caracterizan.
Listen in as @JonRahmPGA speaks with the media ahead of the @ValsparChamp. https://t.co/YRd7hPkTV1
— PGA TOUR (@PGATOUR) 20 de marzo de 2019
«Adam estaba haciendo su trabajo y expresando su opinión, y luego, como de costumbre, es el jugador el que tiene la última palabra», ha dicho Rahm. «Es tan simple como eso. Siempre trabajamos así de abiertamente. Decimos lo que tenemos en mente, nos guste o no, y por eso funcionamos tan bien… Por eso casi nunca hay discusiones entre nosotros», ha añadido.
Eso sí, el golfista español ha desvelado un detalle tan curioso como poco común: el del domingo en Sawgrass fue el primer desacuerdo con Adam Hayes en los tres años que llevan trabajando juntos. Eso sí, «nunca será culpa de Adam» porque el que golpea la bola es Jon.
