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Ponga un Honda Classic en su vida y será más feliz

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Keith Mitchell.
Keith Mitchell.

Ponga un Honda Classic en su vida. Es una recomendación seria. Viene con sello de calidad y garantía de pasárselo en grande. Es la montaña rusa, el laberinto de los espejos y la olla juntos. Es drama y espectáculo a partes iguales. Golpazos para el recuerdo y tragedias. Idas y venidas. Remontadas gloriosas. Putts imposibles. Sacadas de búnker deliciosas. Y agua, mucha agua…

A falta de tres hoyos había ocho jugadores separados únicamente por dos golpes. Tres ya estaban en la casa club y el resto andaba peleándose a zarpazo limpio con la Trampa del Oso para arañar los últimos golpes necesarios para ganar. Qué jugadores y qué historias.

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Brooks Koepka, ganador de tres grandes, había dejado ya un sólido -8 en la casa club, a la caza y captura de su primera victoria en 2019. Lucas Glover había terminado con -7, sin victoria posible ya, pero con la seguridad de mantener la tarjeta del PGA Tour un año más al estar jugando con exención médica. Ryan Palmer, con un -7 también entregado en la casa club, tampoco iba a ganar, pero se había dado el lujo de remontar más de 30 posiciones en la ronda final con un fabuloso 63 y, sobre todo, había protagonizado su propia versión de El Renacido. El peor jugador de los últimos años en la Trampa del Oso (+41 desde 2007) había hecho birdie al 15 y 16, los dos primeros hoyos de la Trampa, para poner su nombre en el liderato durante casi tres horas. Hasta que llegó Koepka…

Pero hay más… Vijay Singh peleaba por ser el jugador de más edad en la historia del PGA Tour en levantar un trofeo. Tiene 56 años y el récord actual lo tiene Sam Snead con 52. Lo habría batido por goleada. Keith Mitchell, Wyndham Clark y Kyoung-Hoon Lee eran las cenicientas. Los que no habían ganado aún en el PGA Tour. El sueño americano en estado puro. Y Rickie Fowler, pues simplemente es Rickie Fowler. Una buena historia cada vez que juega. Y mucho más tras toda su polémica con las reglas la semana pasada en México. Perseguía su segundo triunfo de la temporada.

El final fue cardíaco. Koepka hizo un birdie espectacular en el hoyo 16, desde el rough, con una posición muy incómoda y 190 metros hasta la bandera. Ahí, justo ahí, brillaron con luz propia los músculos que tanto trabaja en el gimnasio. Sacó la bola como si estuviera metida en mantequilla, la puso en el cielo y la dejó a tres metros para birdie. Luego, certificó su ronda cazando de dos el 18 con un hierro 5 y tirando dos putts fáciles para birdie. Demostración de gran campeón cuando más apretaba la presión. El -7 estaba en la casa club y él colocó el -8. Jugadores que tienen una marcha más cuando hace falta. Un ‘killer’.

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Palmer y Glover estaban eliminados de la ecuación, pero quedaba el resto. El coreano Lee suficiente tenía con sobrevivir tras un doloroso bogey en el 14 por ir con palo de más a por el green. Se quedaba sin hoyos para cazar a Koepka. Vijay se iba dejando opciones de birdie una tras otra. Buenas opciones. En el 15 y en el 16. La historia de su vida… Hasta que acabó en el agua en el 17. Fin. El récord tendrá que esperar. Antes, bien es cierto, hizo birdie al 11 y al 14, dos de los hoyos más difíciles del PGA National. Pues eso, la historia de su vida. A Clark le ocurría algo parecido a Lee. La carroza se convertía en calabaza. Hacía bogeys en el 11 y 12 y aunque intentó volver después se quedaba sin margen.

Quedaban Mitchell y Fowler. Rickie acababa de manera extraordinaria, con birdies en el 17, tras embocar un putt prodigioso de 13 metros, y en el 18 para empatar con Koepka. El desempate parecía asegurado. Más leña para la candela. Pero aún quedaba Mitchell…

La historia del hombre hecho a sí mismo. Pasaba por el Latinoamérica y el Web.com Tour antes de llegar al PGA Tour. Mantenía la tarjeta el año pasado con un segundo puesto en la República Dominicana y este domingo le llegaba la oportunidad de su vida. Con 27 años. Era el tapado. El gran tapado. Era el primero en colocarse con -8 tras un birdie excepcional en el hoyo 15. Pegaba el mejor golpe del día, a un metro del hoyo. Y también era el primero, y el único, en llegar a -9. Hacía birdie en el 18 pese a encontrar el búnker de salida. Jugaba corto y se dejaba un putt de cuatro metros y medio que metía por todo el centro. Qué maravilla. Viva el golf. Mitchell sellaba su victoria con la sangre fría y la determinación de quien ha ganado tres Grandes y, sin embargo, es su primera victoria. Otro al que le cambia la vida. No sólo ha ganado, sino que lo ha hecho por delante de Koepka y Fowler.

VÍDEO | El sensacional putt ganador de Mitchell en el Honda Classic

Sergio García (-4) nunca se llegó a meter de verdad en la pelea por la victoria. Lo tuvo a tiro, pero le faltó acierto con el putter, especialmente en los hoyos 13 y 14. Venía de hacer bogey en el 11 tras mandar la bola al agua, pero se habría reenganchado con dos opciones de menos de cuatro metros. No entraron y se quedó sin tiempo y espacio. Aún así, aseguró un valioso top ten. Uno más. El segundo consecutivo y el noveno en sus últimos once torneos.

¿Alguien da más? Viva el Honda Classic. Ponga un Honda Classic en su vida. Será más feliz.

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