El chileno Joaquín Niemann será una de las grandes atracciones del FedEx Jt. Jude Classic, torneo del PGA Tour que se disputa esta semana en TPC Southwind de Memphis. Tras su brillante sexto puesto en el Memorial de la semana pasada (suma dos top ten seguidos), tiene ahora una nueva oportunidad de conseguir la tarjeta del circuito hasta final de temporada.
Por el momento, y con sus buenos resultados, se ha ganado el estatus que le permite tener un número ilimitado de invitaciones. Pero un buen resultado esta semana le acercaría o incluso le permitiría alcanzar el número de puntos de la FedEx Cup que logró el 125º clasificado de la pasada temporada, lo que le daría directamente la tarjeta del PGA Tour y, al mismo tiempo, aseguraría prácticamente los derechos para el próximo año.
Ahora mismo su objetivo pasa por sumar los 90 puntos que le faltan para hacerse con los derechos de juego de 2018. El puesto 125º la temporada pasada acabó con 365 puntos y Niemann suma en estos momentos 275 (100 en el Valero Texas, 90 en el Memorial y 85 en el Fort Worth Invitational).
Para alcanzar estos 90 puntos, necesitaría terminar el FedEx St. Jude Classic en el séptimo puesto en solitario. Sumaría justo los puntos que necesita para lograr su objetivo. Tiene, por tanto, a tiro un éxito extraordinario, algo que el último que fue capaz de conseguir fue Jon Rahm.
Sea como fuere, la presencia del chileno en lo que resta de temporada en el PGA Tour parece cuestión de tiempo. Hasta la fecha, además del Masters, donde no logró pasar el corte, ha estado presente en cinco eventos. En dos falló el corte, pero en los otros tres ha rescatado tres sensacionales top ten.
En el Valero Texas Open, a finales de abril, logró un magnífico sexto puesto. Hace dos semanas, en el Fort Worth Invitational, fue octavo. Y este pasado domingo, en el Memorial Tournament, ha conseguido un extraordinario sexto puesto, empatado nada menos que con Justin Rose.
Así, en menos de dos meses en el PGA Tour, Niemann acumula unas ganancias de 738.375 dólares. Un comienzo sencillamente extraordinario para un jugador de apenas 19 años de edad llamado a escribir páginas de gloria en el golf mundial.
