Rafa Cabrera Bello (-6) ha decidido jugarse el ‘moving day’ del Arnold Palmer Invitational con la bandera de Canarias. Gorra amarilla, polo blanco y pantalón azul. Son sus colores de guerra los domingos, pero por alguna razón ha pensado que esta semana tocaba desempolvarlos un poco antes.
El resultado ha sido excelente. Ha entregado una tarjeta de 70 golpes y se ha fabricado una muy buena oportunidad de victoria en Bay Hill. Saldrá mañana a tres golpes del líder en solitario, Matthew Fitzpatrick (-9), a dos de Rory McIlroy (-7) y a uno Aaron Baddeley, Matt Wallace y Kevin Kisner. Ya ven, la fiesta europea sigue a todo trapo en Florida.
Y no queda aquí el asunto. En un radio de cinco golpes con el liderato están también Tyrrell Hatton (-5), Martin Kaymer (-5), Graeme McDowell (-4), Henrik Stenson (-4), Francesco Molinari (-4) y Tommy Fleetwood (-5). Seguro que el Rey, Arnold Palmer, uno de los jugadores más globales que ha dado la historia del golf, ganador entre otros torneos de un Open de España, está esbozando una amplia sonrisa allá donde esté.
Parece que estemos en el European Tour, pero realmente se trata de una de las grandes citas del PGA Tour. Una de las más auténticas. Y aquí, Cabrera Bello podrá lograr su primera victoria en el circuito americano. Obviamente, será muy complicado, no en vano hay nada menos que 21 jugadores apiñados en cinco golpes y la diferencia de un día a otro puede ser brutal.
McIlroy recuperó hoy 29 puestos con un 66, Chris Kirk subió 49 con esa misma tarjeta, Luke List recuperó 25 y Hatton 52. Sí, en Bay Hill puede pasar de todo en 18 hoyos. Es un campo muy tenso, duro y tremendamente exigente. Si vas por el sitio, puedes hacer muy pocas, pero si la inspiración se toma un día libre, la carnicería puede ser absoluta. Fleetwood o Keegan Bradley pueden dar buena cuenta de ello.
Sea como fuere, Rafa se ha ganado una bonita oportunidad para este domingo. Y lo ha hecho a pesar de la pesadilla que ha vivido en los búnkers. Han sido trampas de arenas movedizas. Un suplicio absoluto. Ayer apenas pudo hacer una de cinco recuperaciones desde la arena y hoy ha vuelto a pasar enormes fatigas. De sus cuatro bogeys, tres han sido desde el búnker. Al menos, ha logrado sacarse la espina en el último que ha caído, en el 16. Desde ahí, en el último par 5 del día, ha sacado un excelente birdie con un putt de metro y medio.
“El campo te está probando en cada golpe y eso me gusta”
Ha sido el putt más corto de birdie que ha embocado Cabrera Bello este sábado. Y aquí es donde entra en juego el otro gran protagonista del día: el putter. Su ‘batman’. Ya saben, el sobrenombre que le ha puesto por su forma (tipo mallet) y sus colores (negro y amarillo). Hoy ha sido su auténtico súper héroe. Rafa he embocado nada menos que 85 pies (veinticinco metros y medio) de putts de birdie. Ha empezado con uno de cinco metros en el 1 y después ha metido desde cuatro metros y medio (6), siete metros y medio (9), tres metros (12) y cuatro metros (15). Una perfecta sinfonía con la guitarra. Realmente, el putter ha ido a lo que se ha agarrado para seguir metido en la pelea por el torneo.
Lo que Cabrera Bello hizo mejor que nadie en Bay Hill
El torneo está precioso, abierto y muy emocionante. El campo, al igual que sucedía la semana pasada con el PGA National del Honda Classic, brinda un maravilloso espectáculo. El agua espera en cada rincón a aquellos golpes defectuosos y los tiros desde el rough o las recuperaciones son verdaderos rompecabezas. Es por eso que quizá ni siquiera haya que llegar al doble dígito para ganar el torneo, aunque la lógica dicta que alguno de los gallos que está arriba debería conseguirlo este domingo. Rafa intentará ser ese gallo, vista como vista. Y si hay que repetir el uniforme canario, se repite.
