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Jon Rahm, ante el viejo monstruo de Pete Dye

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El Stadium Course at PGA West de La Quinta, sede del CareerBuilder esta semana.
El Stadium Course at PGA West de La Quinta, sede del CareerBuilder esta semana.

A Pete Dye sólo le dieron una orden cuando le encargaron construir el Stadium Course at PGA West en La Quinta, California: “haz el campo más difícil que se haya jugado nunca”. Ese campo es hoy una de las tres sedes que acoge desde este jueves el CareerBuilder Challenge, torneo del PGA Tour donde Jon Rahm aparece como favorito en todas las quinielas.

«Para jugar ese campo necesitas un camello, una canoa, un sacerdote y un torniquete»

Dye cumplió a la perfección con la tarea encomendada. El campo era un monstruo y quedó maldito. Se hizo para albergar el Bob Hope Classic de 1987 y provocó tal controversia que lo borraron de la lista. Ya lo volvería al PGA Tour hasta 2016. Las críticas en el año de su estreno fueron terroríficas. Los jugadores lo vieron excesivo, prácticamente injugable, y algunos periodistas afilaron sus plumas. “Para jugarlo necesitas un camello, una canoa, un sacerdote y un torniquete”, ironizaba Jim Murray, de Los Ángeles Times.

Ante el aluvión de quejas, Dye no torció el gesto. “Es un campo que obliga a pegar muy buenos tiros, a sacar lo mejor de cada jugador, estoy seguro de que conforme más lo jueguen más les va a gustar porque son todos muy buenos”, explicó aquel año. Estaba seguro de lo que había hecho.

La tecnología y la mejor preparación de los jugadores han sacado del ostracismo al Stadium Course at PGA West 

Aquellas palabras parecieron una premonición. Desde que regresó a la gira, el campo ha recibido todo tipo de elogios. Es muy exigente, difícil, pero gusta a los jugadores. Ya no lo ven como un monstruo, sino como un dignísimo enemigo al que hay que tumbar. “Creo que la mejor preparación física y técnica de los jugadores, unido a la tecnología más avanzada, ha hecho que el campo sea más accesible para todos”, confiesa uno de los colaboradores de Pete Dye.

Los números no dejan lugar a la duda. El viejo monstruo ya no es lo que era. Su media de golpes el año pasado fue de 71,6 y ocupó el puesto 30º entre los recorridos más difíciles de los 50 que se juegan en el PGA Tour. Es fiero, pero ya no provoca pánico.

Jon Rahm es el favorito en todas las quinielas

Ante el viejo monstruo se las tendrá que ver esta semana, Jon Rahm. El CareerBuilder es una magnífica demostración del radical cambio que ha experimentado en un año la consideración que hay en el PGA Tour hacia el golfista de Barrika. Si el año pasado era elegido como una de las posibles sorpresas del torneo por los expertos, hoy es el favorito número uno al triunfo. Este cambio de etiqueta se lo ha ganado a pulso. Él, su golf y sus resultados son los únicos responsables.

¿Qué debe hacer Rahm en el CareerBuilder para ser Número 2 del mundo?

Junto a Rahm, los nombres más repetidos como posibles ganadores en California son Brian Harman, uno de los golfistas más en forma del momento, Patton Kizzire, ganador de dos torneos esta temporada y flamante vencedor del domingo del Sony Open, Patrick Reed y, por supuesto, Phil Mickelson.

Consulta aquí los resultados en directo

El torneo se juega en tres campos diferentes (Nicklaus Course, La Quinta y Stadium Course) durante los tres primeros días. Después, se establecerá un corte y la última jornada se volverá a disputar en el Stadium Course. Rahm juega las tres primeras rondas junto a Bubba Watson. Divertido. Por cierto, ¿qué pensará el bueno de Dye a sus 92 años al ver hoy en día los drives de Bubba Watson?