No fue el mejor viernes para Jon Rahm (-10) en San Diego. El campo sur de Torrey Pines, el más complicado de los dos que se juegan en el Farmers Insurance Open, se le atragantó más de lo previsto, obligándole a templar los nervios y tirar de oficio para no dilapidar el extraordinario comienzo de torneo que había firmado apenas 24 horas antes.
El golfista de Barrika no se encontró cómodo en prácticamente ningún momento. Impreciso desde el tee, fallando numerosas calles, jugó siempre contra remolque, con un 61,11% de greenes en regulación, muy lejos del 83,33% del jueves. Había empezado bien, con un birdie en su segundo hoyo del día, pero fue sólo un espejismo. A partir de ahí, su juego fue decayendo, llegando incluso a desesperarle.
Volvimos a ver al Jon más temperamental, en especial tras el par 5 de la novena bandera del día, donde un mal approach le impidió buscar el ansiado birdie. Aunque poco a poco, en la segunda mitad del campo, fue entendiendo que lo importante hoy era minimizar daños y empezó a ajustar su juego para salvar varios pares delicados y que la brecha con el nuevo líder no se hiciera aún mayor.
El chip milagroso de Rahm en su momento más delicado
En los hoyos 13, 14 y 15 tuvo que tirar de talento para esquivar los bogeys. En especial en el último de la serie, donde se sacó de la manga un chip prodigioso desde el antegreen. Y al final, en el 18, tuvo incluso una clara oportunidad de birdie para haber terminado el día bajo par. Pero no leyó bien la caída y se tuvo que conformar con una ronda de 72 golpes con la que cae hasta la tercera posición empatado con Ryan Palmer (-10) y Billy Horschel (-10).
Su ‘atasco’ en el recorrido donde se jugará también durante el fin de semana fue aprovechado a la perfección por el Número 1 del ranking mundial, Justin Rose (-15). El británico se movió como pez en el agua por el campo logrando siete birdies y un solo bogey para ponerse en cabeza en solitario.
Con dos rondas de 63 y 66 golpes, Rose igualó el mejor registro logrado hasta la fecha en el torneo después de 36 hoyos, de 129 golpes, y la mayor ventaja después de las dos primeras rondas, con un margen de tres golpes sobre el segundo clasificado.
Tras él, el japonés Hideki Matsuyama (-12) volvió a mostrar una enorme solidez, con la que recordó al jugador que deslumbró hace algo más de un año con una espectacular serie de triunfos. Un eagle, cinco birdies y un solo bogey le permitieron igualar la tarjeta de 66 golpes que había firmado el jueves en el campo norte para confirmar su candidatura a la victoria en el torneo.
Tiger salvó un momento difícil y estará el fin de semana en Torrey Pines
Pero conviene no olvidar a otros favoritos al triunfo como Rory McIlroy (-8), que logró la mejor vuelta del día en Torrey Pines con 65 golpes en el campo norte, o Adam Scott (-8), que recuperó en el campo norte, más sencillo y en mejores condiciones, el terreno que se había dejado la primera ronda en el otro recorrido de la rotación inicial.
Tiger Woods (-4), por su parte, no fue capaz de aprovechar el campo norte para recuperar posiciones. Jugó bien de tee a green, pero cometió varios errores con el putter que lastraron su vuelta. Aún así, y pese a la distancia que le separa del líder, se mostró optimista de cara al fin de semana, en el que la batalla por la victoria está servida.
