Rory McIlroy colidera el RBC Canadian Open junto a Webb Simpson y Matt Kuchar antes de que arranque la última ronda. Una situación inmejorable si tenemos en cuenta que en apenas cinco días arranca en el Pebble Beach Golf Links una nueva edición del US Open, tercer major de la temporada.
Pero, curiosamente, para llegar a este gran momento de juego, para el norirlandés fue clave fallar el corte en el Memorial Tournament de la semana pasada. Un resultado que a priori podría parecer decepcionante pero que, sin embargo, le ayudó a mejorar aspectos importantes de su juego.
«Hoy estoy mucho más feliz que el sábado pasado, en una semana puede haber grandes cambios», reconoció ayer Rory nada más finalizar su ronda de 64 golpes. «Ordené un par de cosas. Logré que mi driver vaya mejor, más precisión con los wedges… El tipo de cosas que necesitas en un campo como Hamilton y que, obviamente, me vendrán bien las próximas semanas», añadió.
«Ese corte perdido en el Memorial podríamos decir que ha sido una bendición para mí»
Unas palabras que demuestran que fallar un corte no tiene por qué ser siempre una mala noticia: «Así es, en el fondo agradezco haber tenido la oportunidad de entrenar y mejorar mi juego durante el fin de semana. Ese corte perdido en el Memorial podríamos decir que ha sido una bendición para mí».
Esta mejoría en su juego está permitiendo a McIlroy pelear por la victoria en Canadá, donde prepara su participación en el US Open: «Realmente, ese pensamiento no te llega a la mente el jueves por la mañana cuando llegas al campo. Estás aquí para intentar ganar un torneo de golf. No vendría si no tuviera intención de darlo todo y competir».
«Además, creo que la mejor preparación posible para los torneos que se avecinan es meterse en la pelea, sentir el calor de la batalla, y ir a tope para intentar ganar. Si puedes hacerlo, no creo que exista otra cosa mejor ni que te pueda dar más confianza en tu juego», sentenció el norirlandés.
Exhibición de McIlroy para meterse en la pelea por el triunfo en Canadá
