Sergio García (-6) ha destapado el tarro de las esencias en la tercera jornada del Wells Fargo Championship. El jugador de Borriol ha entregado una tarjeta de 65 golpes, seis bajo par, y se ha disparado en la clasificación hasta situarse en el top ten, metido de lleno en la pelea por la victoria. Justo cuando Sergio firmaba su tarjeta salía el partido estelar con Jason Dufner (-11).
Así, había que esperar a lo que hicieran los jugadores de arriba en la tercera ronda para saber realmente sus opciones de ganar el último día. Por lo pronto, había conseguido llegar hasta el resultado que dejaba el día antes Rory McIlroy en la cuarta posición. Y eso no era ni mucho menos una mala referencia. Pues bien, tras dos suspensiones por tormenta eléctrica, y con unas condiciones más complicadas por la tarde, Sergio ha terminado a cinco golpes de los tres líderes, Max Homa (-11), Jason Dufner y Joel Dahmen. Mientras, Pat Perez se encuentra con -10, Rory McIlroy (-9) y Justin Rose (-8). Hay trece jugadores en cinco golpes, por lo que se espera una magnífica batalla final.
En cualquier caso, más allá de las posibilidades de ganar o no que tenga Sergio, lo realmente importante es que el español se ha vuelto a gustar en un campo de golf y ha entregado una vuelta muy baja. De hecho, es su mejor ronda en golpes totales desde el 64 que hizo el tercer día en el Hong Kong Open del European Tour el pasado mes de noviembre. Mientras que para encontrar el último seis bajo hay que remontarse al Omega Dubai Desert Classic de enero, cuando hizo 66 golpes en la primera y cuarta jornada en el Emirates.
VÍDEO | El ‘puro’ de García en el 2 y la espina sacada en el 14
Sergio ha ofrecido hoy un recital. Todo empezaba con un birdie espectacular en el hoyo 2. Embocaba un putt de más de nueve metros con una pronunciada caída de derecha a izquierda. Hasta el golfista de Castellón ponía cara de sorpresa. Fue el único puro de la vuelta. A partir de ahí, ha desplegado un golf de manual.
Todo lo irregular que se mostró ayer con los hierros, hoy ha sido al contrario. Ha pegado muchos y variados tirazos. De hecho, ha pateado para birdie desde menos de tres metros hasta en nueve ocasiones. Ha conseguido siete aciertos y el único bogey de la jornada llegaba, curiosamente, tripateando desde casi cinco metros en el hoyo 12.
El birdie del hoyo 2 abría la lata y acto seguido conseguía birdies también en los hoyos 3 y 4. El arranque soñado en un ‘moving day’. No bajaba el pistón. Ha hecho birdies también en los hoyos 7 y 9 para pasar la primera vuelta de Quail Hollow con un parcial espléndido de 30 golpes. Caía uno más en el 10 y ni siquiera el error del 12 conseguía frenarlo. Al fin, se sacaba la espina en el 14, donde los dos días anteriores había mandado la salida al agua, y firmaba un birdie de alta escuela, dejando la bola a un metro del hoyo desde la calle.
Sergio remataba la vuelta con tres pares en la temida ‘milla verde’. De especial mérito ha sido el último, en el 18, metiendo un putt de tres metros tras fallar al búnker desde la calle. Apenas se le han escapado hoy cuatro greenes y, en una ocasión, en realidad estaba en el collarín. Una gran tarde golf de García. Un magnífico impulso en el Wells Fargo tanto para lo que pueda pasar mañana como para lo próximo que viene, ni más ni menos que el PGA Championship.
Hay que recordar que Sergio salía en la tercera ronda a once golpes de la cabeza y se ha acostado a cinco. Ha recortado seis en sólo 18 hoyos y quedan otro 18, por lo que obviamente hay que dar por hecho que está metido en la batalla, aunque obviamente está difícil, tiene a ocho jugadores por delante y no dejan de ser cinco golpes. Necesita, como mínimo, una vuelta como la del sábado.
