La tercera jornada del Barclays, primer torneo del play-off de la FedEx Cup, ha finalizado como sólo un guionista hollywoodiense hubiera previsto en su redacción para el desenlace de un gran film de golf: domingo de juego en un campo donde los greenes cada vez dan más vertigo; recorrido precioso con Manhattan al fondo al que se le pueden hacer birdies, pero que penaliza lo suyo si no vas fino; y una treintena de jugadores con opciones de victoria.
Y ahí, otra vez, una vez más, inalterable, Sergio García (-7). El español está completando una magnífica temporada. Sergio lo repite una y otra vez: "lo importante es dejarse opciones un domingo y otro, y otro…". Lo dice y, por lo que se ve, lo cumple: mañana va a luchar por la victoria, saliendo segundo a un solo golpe del líder, Kevin Streelman (-8).
Ahora que los Juegos Olímpicos tocan a su fin, háganse la pregunta: ¿No sería Sergio una opción seria de medalla en su deporte ante los mejores del mundo, ahora que vuelve a reactivarse la posibilidad de tener golf en los Juegos Olímpicos? Sin duda lo sería. A eso se le llama fiabilidad.
El de Borriol inició su vuelta a o grande: dos birdies en dos hoyos para empezar. Cogía las calles, los greenes, pateaba de escándalo… Su juego, usando un simil pugilístico, comenzó con el baile de una mariposa y el aguijón de una avispa del gran Muhammed Alí y terminó por ser un cuerpo a cuerpo reñido a lo Chavez contra el campo…
A cada bogey, prácticamente, respondía con tirazos y birdies… Mención especial merece su salida en un bunker de calle en el hoyo 9, con hierro 9 para acabar haciendo el birdie. O el birdie del hoyo 10, un par 3 de más de doscientos metros con una bandera puesta con muy mala leche detrás de un nervio… Tirazo y super putt. Así respondía a los bogeys del 7 y el 8. Cuerpo a cuerpo victorioso. Fajador.
Cuando las cosas se torcieron en la segunda vuelta, sobre todo desde el tee (perdió algunas calles) mantuvo la mente serena. El gran ejemplo puede ser su hoyo 16. Perdió la calle y se quedó detrás de un árbol. Casi no había tiro a green y no se suicidó buscando un imposible; salió a calle, ganó el green… Y metió un magnífico putt de tres metros para par.
El desmoronamiento de Stricker (-4, tras entregar hoy un +6) y Mahan (-4 tras un +3) ha abierto las puertas a toda una multitud en la que se agolpan varias de las mejores bolsas del mundo. Empatados con Sergio están jugadores de la talla de Vijay Singh (ojo con él y su -5 de hoy…), Paul Casey o Mike Weir, y desde un poco más atrás pueden llegar mañana como motos otros como Furyk, Appleby, Cabrera, Allenby, Kim, Curtis o Kenny Perry. No se lo pierdan.
