No ha sido el día del movimiento que buscaban Jon Rahm (-5) y Sergio García (-4). Más bien al contrario. Ha sido una jornada atrancada, difícil, áspera y siempre cuesta arriba. Cada vez que parecía que podían enchufarse y coger velocidad, llegaba un mazazo y frenazo en seco.
Ni los hierros ni el putt han funcionado a su máxima expresión. ¿Lo habrán dejado para el domingo? Desde luego, lo van a necesitar. La buena noticia es que aún tienen opciones. No están ni mucho menos descartados. La noticia no tan buena es que van a necesitar un vueltón de época en Colonial. Hasta el espíritu de Ben Hogan tendrá que echar una mano.
Rahm y Sergio están a cuatro y cinco golpes respectivamente del líder en solitario, Webb Simpson. Si el norteamericano, campeón del US Open, repite una actuación como la de hoy, ya se pueden ir despidiendo todos. Ha sido una demostración enorme. Por momentos, daba la sensación de que Simpson estaba jugando en una consola, con golpes teledirigidos. En un campo, el Colonial, donde los problemas y las trampas se ocultan tras cada esquina, Simpson no ha pasado por ningún apuro. Cero dificultades. Increíble.
Eso sí, la lógica del golf dicta que es difícil que Simpson repita una jornada similar este domingo. Habrá más presión, no gana desde 2013 y lleva a cola una jauría de jugadores que va a lanzar ataques a diestro y siniestro. Desde luego, si alguna característica común tienen los perseguidores de Simpson es su agresividad. No son de los que se andan con chiquitas. Ahí están Paul Casey (-7), Danny Lee (-7), Jon Rahm (-5), Sergio García (-4), Jordan Spieth (-4) y hasta el mismísimo Emiliano Grillo (-4). Si algo tienen en común todos estos jugadores es que sacan birdies de debajo de las piedras… Simpson no puede, ni debe estar tranquilo.
En este río revuelto es donde confían en pescar mañana, siempre con una vuelta baja por delante, Rahm y Sergio. Rahm (70 golpes hoy) ha vivido en una montaña rusa. Ha empezado algo lento, atascado. No ha estado fino desde el tee. De hecho, hasta el hoyo 9 no ha cazado su primera calle. La vuelta se le ha puesto muy cuesta arriba, con tres bogeys en los primeros siete hoyos.
Pese a todo, ha sabido reaccionar y ha empezado a jugar mucho mejor a partir del hoyo 9. Ha atacado como en él es costumbre, pero entre algún putt que se le ha escapado y que cuando ha fallado, lo ha pagado caro, el golf hoy no le ha permitido meterse arriba. Ha seguido peleando y seguro que mañana aún tiene mucho que decir, pero está en manos de lo que haga Simpson.
Sergio (71 golpes hoy) parte de un escalón más atrás, por lo que aún tiene más trabajo por delante. El de Borriol ha pegado un tiro sensacional en el hoyo 10, donde la ha dejado dada, pero en general, durante el resto del día le ha faltado precisión con los hierros. Ha cazado greenes, pero no las ha podido dejar muy cerca. El bogey en el hoyo 11, un par 5 que es de los más fáciles del campo, ha hecho daño.
Sea como fuere, Sergio y Jon tienen una puerta abierta para ganar el DEAN&DELUCA Invitational y lo van a intentar. Necesitarán una ronda para el recuerdo. Si alguien puede hacerlo son ellos. Es más, ya lo han hecho antes. Seguramente, Simpson no va a dormir hoy a pierna suelta…
Por cierto, la predicción del tiempo es mala. Se anuncian tormentas, por lo que los jugadores saldrán de tres en tres el domingo. El partido estelar pinchará la bola a las 11.45 hora local, 18.45 en la España peninsular.
