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Simpson no llegó a temblar frente al bravo ataque de Tiger

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Webb Simpson pega su golpe de salida en el hoyo 1 junto al trofeo del THE PLAYERS. © Golffile | Ken Murray
Webb Simpson pega su golpe de salida en el hoyo 1 junto al trofeo del THE PLAYERS. © Golffile | Ken Murray

Lo de Webb Simpson no fue un paseo militar este domingo en Sawgrass, pero no anduvo lejos. Siete golpes son una barbaridad y aunque hubo algún que otro buen ataque por delante, ninguno fue lo suficientemente decidido como para inquietar al golfista de Carolina del Norte. Más que nunca, esta es la crónica de una victoria anunciada.

Para que Simpson no se llevara el THE PLAYERS debían ocurrir dos cosas: un mal día suyo y una vuelta estratosférica de alguno de sus más inmediatos perseguidores. Ninguno de los dos factores se dio. Su jornada, 72 golpes, no fue brillante, pero tampoco se puede calificar como mala, sobre todo viniendo de donde venía. Mientras, sus rivales entregaron algunas vueltas realmente buenas, potentes, pero ninguna fue de otro planeta. La mejor tarjeta del día fue de Brooks Koepka (63 golpes), pero el ganador del US Open venía desde lejísimos.

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Realmente, el ataque más consistente lo protagonizó Tiger Woods. El californiano provocó una bonita estampida en los primeros doce hoyos del Stadium Course. Hizo creer a su más fiel barra brava que el milagro era posible. Su puesta en escena, desde luego, fue soberbia. Arrancó con tres birdies consecutivos en los hoyos 3, 4 y 5, logró uno más en el 9 y produjo un pequeño delirio con otros seguidos en el 11 y 12. Ahí sí pareció que se abría una puerta a un domingo histórico, o más bien una rendija.

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Este buen arreón de Tiger coincidió además con un inicio más lento de la cuenta de Simpson. Los birdies no llegaban y, además, en el 10 cometía un bogey que le hacía sudar. No llegó a temblar, pero al menos la cara le cambió un poco. Se le endureció un poco el semblante. Woods se ponía a cuatro golpes.

Eso sí, las escasísimas dudas que pudieron entrarle en ese momento al líder le duraron menos de media hora, el tiempo justo para hacer birdie en el hoyo 11 y esperar al bogey de Tiger en el 14. Pegó una salida extraordinaria, pero su golpe con el wedge se quedó corto y no fue capaz de hacer la recuperación. Después no haría birdie en el 16 y enterraría sus opciones incluso de top ten con un doble bogey en el 17. Sí, una víctima más del par de Sawgrass.

Volver a ganar no es fácil ni siquiera para Tiger Woods. Este domingo ha dado la sensación de que cuando realmente se ha visto con opciones de dar la campanada le ha temblado el pulso. Cada día que pasa está mejor, pero parece que el instinto asesino no se recupera de un día para otro. Ha empezado a fallar golpes a partir del 14…

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Del resto de rivales, ninguno ha llegado a inmutar al campeón. Simpson sólo bajó a -18 en una ocasión y durante menos de media hora y nadie fue capaz siquiera de alcanzar el -15. Es decir, jamás tuvo menos se cuatro golpes de ventaja. Finalmente, se impuso con un total de -18 (y eso que mandó la bola al agua en el hoyo 18 y terminó con doble bogey) y cuatro golpes de renta sobre Charl Schwartzel, Jimmy Walker y Xander Schauffele. Jason Day y Jason Dufner (-13) acabaron quintos y completaron el top ten Keegan Bradley, Harold Varner III, Tommy Fleetwood y Danny Lee.

Es la quinta victoria de Webb Simpson, la primera desde que la USGA y el Royal Ancient prohibieron el anclaje del putter al cuerpo

Webb Simpson conquista la quinta victoria de su carrera, la segunda más importante tras el US Open de 2012. Es su primer triunfo desde que el Royal and Ancient y la USGA prohibieron el anclaje del putter al cuerpo. Hay que recordar que Simpson era uno de los jugadores que utilizaba el belly putter apoyado contra el abdomen. Así llegaron sus primeras cuatro victorias. Ahora patea también de una manera especial, apoya el palo contra el brazo izquierdo, al estilo Matt Kuchar, y lo mueve con grip de pinza. Ha demostrado que también puede ser campeón de esa manera.

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