Suerte dispar para los tres top ten mundiales que empezaron jugando esta semana el Travelers Championship.
Uno, Jason Day (+2), ya se ha ido a casa. El australiano hizo 69 golpes, mejorando su nivel del jueves, pero insuficiente para seguir en el torneo.
Rory McIlroy (PAR) se salvó por la campana, ya que el resultado de par acabó entrando por los pelos en el puesto 69 y con varias serias amenazas en el campo que lo hubieran dejado fuera con un birdie.
La cara es Jordan Spieth (-8). El texano se mantiene como líder en solitario en su primera presencia en este torneo.
Spieth ha firmado una tarjeta de 69 golpes y está primero con uno de ventaja sobre Troy Merritt y Patrick Reed. A dos se encuentran Wesley Bryan, Daniel Summerhays, Chase Seiffert y el incombustible Boo Weekley.
Spieth ha mantenido un muy buen nivel de tee a green, pero no ha pateado como ayer. Los ajustes que ha venido haciendo en los últimos días y que tan buen resultado le dieron el jueves no han funcionado hoy, o al menos no han funcionado de manera tan brillante. En cualquier caso, sigue líder y como gran favorito al triunfo. Eso no se lo quita nadie.
Jason Day, por su parte, no sale del bache. Es el segundo corte consecutivo que falla tras el US Open. Es la primera vez en más de dos años que Day encadena dos torneos sin jugar el fin de semana. La última vez sucedió con el THE PLAYERS y el Memorial de 2015. Eso sí, cuidado porque después ganó cuatro de los siguientes ocho torneos y su peor resultado fue duodécimo. Habrá que ver cómo rebota el australiano del bache. Por si acaso, no harían mal en ir dándolo como favorito para el British.
McIlroy, por su parte, ha dado hoy la de arena. Después de una buena primera vuelta, hoy ha entregado una tarjeta de 73 golpes, muy irregular y acabando con un bogey que han estado a punto de dejarle fuera. Aún tendrá que remar mañana para no caer en el segundo corte del torneo. Necesita meterse entre los 78 primeros.
También ha salido arena para Gonzalo Fernández Castaño (+2). El madrileño ha hecho 73 golpes en una ronda de golf donde no le ha salido nada. Empezó con doble bogey, mal presagio, y acabó peleando todo lo que pudo y más para meterse en el corte, pero no le salió nada. Le costó dejarse buenas opciones de birdie y fue sobreviviendo con buenos pares hasta que un inoportuno bogey en el 16, tras fallar un putt de un metro, dictó su sentencia.
Se trata de un revés para Gonzalo, ya que llegaba al Travelers con mucha ilusión después de haber estado entrenando muy bien. Sea como fuere, lo único que le falta es conseguir ese buen resultado que respalde todo lo bueno que está haciendo. Realmente, no anda tan lejos. Su próximo torneo será el Greenbrier Classic, dentro de dos semanas, ya que no entra en el Quicken Loans National que arranca el próximo jueves.
