John Chin no se ha visto en otra igual. Tiene 31 años, nació en Virginia y esta temporada, después de varios años luchando en los circuitos satélites, ha conseguido por primera vez en su carrera la tarjeta del PGA Tour. Aún no ha ganado un torneo como profesional y en lo que llevamos de curso ha pasado apenas dos cortes en ocho intentos. Pues bien, sin comerlo ni beberlo, se va a ver metido este sábado en el ojo del huracán en Torrey Pines, y no precisamente por salir en el partido estelar. Ni mucho menos.
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La historia es que Chin es el tercero en discordia del partido del morbo en la tercera ronda del Farmers Insurance Open. Pero morbo de los de verdad. Juega con Jordan Spieth y Patrick Reed, que tendrán cinco horas por delante para hablar por primera vez después de la gran polémica de la Ryder Cup.
Como recordarán, después de París, Patrick Reed realizó una explosivas declaraciones que levantaron una enorme polvareda. Todo a raíz de que Jim Furyk decidiera deshacer su exitosa pareja con Spieth aquella semana. “Es obvio que el problema es que Jordan no quiere jugar conmigo. Yo no tengo ningún problema con él. Cuando estamos en escenarios así, no me importa si le caigo bien a la persona con la que juego o si esa persona me cae bien a mí. Se trata de hacer un buen trabajo y funcionar como pareja. Y está claro que Jordan y yo nos hacemos mejores cuando jugamos juntos”, afirmó.
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Era el detonante que faltaba a una tensa Ryder Cup por parte del bando norteamericano. Por si no fuera suficiente, Justine, la mujer de Reed, se metió en el barro en Twitter ese mismo día: “si quieren saber por qué no jugaron juntos Jordan y Patrick, se lo tendrán que preguntar a Jordan”. Más madera para la candela.
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Pues bien, desde entonces no han vuelto a hablar entre ellos. Cuando se le preguntó a Reed en el Hero World Challenge de Bahamas si habían charlado, respondió: “negativo, él tiene mi número”. Una clara demostración de que, desde luego, no iba a partir de él la iniciativa. Spieth confirmó en el pasado Sony Open que efectivamente no habían vuelto a hablar. Hoy tendrán la oportunidad. Más tensión que en la ronda final de un Major. Y Chin, el hombre, metido en medio…
