Jornada de buenos resultados en el Memorial Tournament. El juego en Muirfield Village ha empezado según estaba previsto. Con los greenes blandos y receptivos, la casa de Jack Nicklaus ha sido un terreno propicio para los birdies. Tampoco ha sido un destrozo porque el recorrido en sí es bastante complicado, pero sí se han visto hasta 22 vueltas por debajo de 70 golpes.
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El líder es Ryan Moore (-7), con un golpe de ventaja sobre Jordan Spieth (-6). Es el cuarto torneo que el texano comienza por debajo de 70 golpes. Definitivamente está de vuelta. Y no sólo por el resultado en sí, sino especialmente por la manera de conseguirlo. Su lección de juego corto y en los greenes ha sido soberbia. Ha metido dos chips desde fuera y se ha hartado a embocar putts de birdie y de par de más de tres metros, incluso alguno de eagle que tenía más de diez. Es Spieth en esencia. La auténtica versión del ‘chico maravilla’. Está a un tris de volver a ganar y, sin duda, hay que contar con él para el US Open. Aunque no tenga prisa: «no me importa ganar esta semana o la próxima, no lo necesito, no es lo más importante, lo que cuenta realmente para mí es que la confianza a ha vuelto y así es más fácil que lleguen las victorias».
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El otro foco de atención en Ohio estaba puesto en Tiger Woods (-2). No ha sido un inicio rutilante, pero al menos ha conseguido reaccionar con tres birdies en el último tercio de su ronda, justo cuando su vuelta parecía muy parada y daba la sensación de que el viernes iba a tener que luchar por no fallar por primera vez en su carrera dos cortes consecutivos.
Tiger no se marchaba contento del campo. No ha ofrecido su mejor versión y ha cometido algunos errores que le han podido costar caro. De hecho, ha estado casi más tiempo recuperando que pateando para birdie. Por todo ello, a su vuelta de 70 golpes hay que darle más valor del habitual. Él mismo está convencido de que “si consigo no cometer los errores de hoy puedo hacer cinco o seis bajo par, seguro”.
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Mientras, Rafa Cabrera Bello (PAR) ha rubricado un comienzo frío, más en cuanto a juego que resultado. No le han salido las cosas de manera brillante. Su juego largo sigue como en el PGA Championship. No está mal, pero tampoco está fino del todo. Ha perdido cierta solidez y consistencia y eso le hace meterse en algún problema más de lo que es habitual en el canario. Hoy, de hecho, ha realizado algunas recuperaciones de mucho mérito. Para eso está también el juego corto.
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Se ha dejado alguna opción de birdie por el campo, como en el 8 y en el 12, pero en líneas generales ha ida a remolque. Eso sí, la mejor noticia es que ha terminado jugando muy bien de tee a green. En sus tres últimos hoyos ha vuelto a sacar la escuadra y el cartabón y eso es una señal magnífica para mañana. De momento, el corte está situado provisionalmente en +1, así que Rafa ha conseguido salvar los muebles.
