Tiger Woods está oficialmente de vuelta. Su próxima victoria se encuentra más cerca. Sí, sin duda, se trata de un pronóstico atrevido pues es imposible saber si volverá a ganar y cuándo podrá hacerlo, pero las señales que ha emitido durante toda la semana en el Hero World Challenge de Bahamas son muy positivas. Alimentan la euforia y es complicado no dejarse llevar.
Hacía siete años que no lograba tantos birdies en una última ronda
Tiger demostró este domingo en el recorrido Albany que la ronda de ayer fue más un accidente que una consecuencia de cómo está su golf. Borró de un plumazo los 75 golpes del sábado (en un día con unas condiciones muy difíciles) con una vuelta de 68 golpes con nada menos que seis birdies un eagle. Es su mejor producción en una última ronda desde el Memorial Tournament de 2012, una cita por cierto que acabó ganando. Ha finalizado en el top ten. Es la segunda vez que acaba entre los diez primeros en los últimos cuatro años. La vez anterior fue en el Wyndham de 2015.
VÍDEO: El resumen más completo de su cuarta ronda en Bahamas
Hay muchas cosas a las que agarrarse para ser optimista. Por ejemplo, su drive. Ha rendido a un nivel excelente. Casi podríamos decir que ni los más viejos del lugar recuerdan a un Woods tan largo, seguro y consistente desde el tee. Hoy sólo falló dos calles y ambas fueron por poco más de un metros. Su drive de salida en el hoyo 7 fue simplemente majestuoso. Hizo eagle en este par 4, la primera vez que lo consigue desde el Masters de Augusta de 2010, curiosamente entonces también fue en el hoyo 7.
VÍDEO: El eagle estratosférico en el 7
Su velocidad de palo y de bola es excelente, a la altura de los mejores del mundo, moviéndose de manera constante en los 180 millas por hora. Hoy igualó y superó a Justin Thomas en esta parcela. También le ganó en golpes. Recuerden que Thomas fue el mejor jugador del año del PGA Tour esta temporada.
Tiger Woods: «El futuro es brillante»
Otro detalle que alimenta la euforia: el putter. Tiger ha recordado esta semana a su mejor versión en los greenes. De hecho, el putt fue su principal lastre en sus últimos regresos, pero en Bahamas se le ha visto de otra manera, sólido, seguro, rebosante de confianza. Ha fallado putts, obviamente, pero ha metido muchísimo.
Pensando ya en el mejor calendario posible para los majors
Sin embargo, lo mejor de la semana de Woods ha sido el físico. Ha jugado los 72 hoyos sin problemas y se le ha visto un swing agresivo y violento. La mejor escenificación llegó en el segundo golpe en el hoyo 3. Pegó un hierro 2 estratosférico, con un swing a la antigua usanza, revolviéndose como un tiburón en pleno ataque.
THE RECOIL IS BACK!!!! pic.twitter.com/mtEfjJtDgh
— Skratch (@Skratch) 3 de diciembre de 2017
La espalda se ha mostrado muy bien esta semana y si le aguanta hay aún más motivos para creer que Tiger Woods volverá a estar en lo más alto. No sabemos cuántas veces, si ganará uno, dos, tres o veinte torneos más, si conseguirá finalmente el decimoquinto major o si lo volveremos a ver peleando por ser otra vez el Número 1 del mundo. No tenemos una bola de cristal, pero sí sabemos lo que hemos visto en estos cuatro días y la realidad es que Tiger está mucho más cerca de alcanzar todo eso de lo que cualquier podría haber imaginado antes del torneo.
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Si el físico le aguanta, tenemos Tiger para rato. Una noticia espléndida para el golf. Por lo pronto, asegura que se va a sentar con su equipo para estudiar el posible calendario. Al nivel que ha mostrado la espalda, no hay que descartar que los veamos jugando entre 15 y 20 torneos en 2018. La próxima cita podría ser el Farmers Insurance Open, torneo donde Jon Rahm defiende título, aunque esta información aún no es oficial. “Diseñaré el mejor calendario posible pensando en llegar a tope a los cuatro Majors”, aseguró hoy al acabar. Porque sí, porque Tiger se ha visto en Bahamas y ya está pensando en los Grandes.
