El jueves, Tiger y los demás participantes en el Target World Challenge que se disputa en el Country Club de Thousand Oak (California) dejaron claro que la inactividad le afecta a todo el mundo…
Tal vez resultó más evidente en el caso de Tiger Woods, anfitrión del torneo, que patinó en el 18 con un doble bogey que le hizo perder el liderato. Pero el viernes, Tiger volvió a avisar de lo que es capaz, vacaciones o no, llueva o truene. Woods firmó una tarjeta de 62 golpes (10 bajo par), batiendo el récord del torneo, lo que le permite recobrar tranquilamente el liderato.
Tiger se pone con –13 y le saca cuatro a Jim Furyk y cinco a Zach Johnson. El que quiera ganar algo el año que viene, va a tener que vérselas con un Tiger Woods que se encuentra en un momento pletórico. Y como el golf es un deporte con un gran componente sicológico, la imagen de superioridad que transpira el californiano puede ser determinante, para él y para el que se enfrente a él.
Para colmo, la preparación de Woods sigue centrada en la mejora de la forma y el fondo físico, lo cual le va a permitir llegar en plenitud hasta el último día de la última jornada del último torneo que se disputa cada año.
No estaría mal que le saliera algún competidor a Tiger para el 2008.
