Por si había dudas sobre el buen camino que lleva Tiger Woods en su recuperación, el californiano las ha zanjado por completo confirmando que jugará la próxima semana el Honda Classic en el PGA National de Palm Beach Gardens, en Florida.
Woods había dicho a principios de semana que jugaría un segundo torneo seguido si comprobaba que podía llegar en buenas condiciones. «Sería una gran señal si juego», llegó a decir. Y aunque ha esperado al último día de inscripciones para dar el paso, será de la partida.
La última vez que Tiger jugó este torneo, en su ciudad adoptiva, fue antes de someterse a su primera cirugía de espalda, en 2014. Se retiró después de completar 13 hoyos en la ronda final, en la que sufrió espasmos en la zona.
El Honda Classic es un torneo recurrente en la carrera de Woods. En 1993, con apenas 17 años, lo jugó por primera vez, y lo convirtió en una cita ineludible de su calendario desde que se mudó a a cercana Júpiter. Su mejor resultado fue un segundo puesto en 2012, por detrás de Rory McIlroy, tras una sensacional última ronda de 62 golpes.
