Tiger Woods se adjudicó el WGC-Accenture Match Play Championship que se disputó esta semana en Arizona y que reúne a los 64 mejores jugadores del mundo. La final contra Stewart Cink resultó ser un trámite, un paseo, una exhibición o como quieran ustedes llamarlo…
La victoria fue rotunda, de ocho hoyos de diferencia con siete por jugar.
Los números que arrojó el campeón en este torneo han sido demenciales. Desde el miércoles, Tiger ha jugado 117 hoyos y se ha hecho 51 birdies, 14 de ellos en la final. Lo más cerca que ha estado de caer batido ha sido en su primera ronda, contra J. B. Holmes, que le tuvo con tres hoyos de ventaja con cinco por jugar. También rondó el abismo contra Aaron Baddeley, que tuvo dos putts de unos tres metros para eliminarle en la tercera ronda … pero nada.
Con esta victoria, Tiger supera el récord de victorias de Arnold Palmer en el PGA Tour y se queda cuarto en la lista, a una victoria de igualar el récord de Ben Hogan. También se convierte en el primer jugador en ostentar la triple corona mundial; es decir, es el actual ganador de los campeonatos mundiales Bridgestone Invitational, CA Championship y, ahora, Accenture Match Play Championship. Además, lleva cuatro victorias seguidas en el circuito americano, algo que sólo había conseguido tres veces antes en su carrera. La racha de victorias aumenta a cinco si contamos la obtenida en Dubai, si bien este torneo no pertenece al circuito americano.
El Grand Slam puede estar al caer … y no creo que sea Ian Poulter quien lo consiga.
En la final de consolación, Henrik Stenson se impuso a Justin Leonard por tres hoyos de ventaja con dos hoyos por jugar. El sueco arrancó su partido con una fulminante serie de eagle-par-birdie-birdie-par-birdie que le dio cuatro hoyos de ventaja sobre el norteamericano antes de acabar los nueve primeros. No le habría venido mal este arranque a Stenson el sábado. Claro que la capacidad intimidatoria de Justin Leonard no es la misma que la de Tiger Woods.
