Inicio Grandes Circuitos PGA Tour Y el caso es que Tiger consiguió no acabar desquiciado…

Y el caso es que Tiger consiguió no acabar desquiciado…

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Tiger Woods © PGA Tour
Tiger Woods © PGA Tour

Tiger Woods (+2) ha vivido hoy un auténtico martirio en los greenes de Quail Hollow durante la segunda ronda del Wells Fargo Championship. Terrorífico. Ha sido uno de esos días en los que uno inevitablemente piensa que no tenía que haber salido de la cama. Un calvario de tomo y lomo. Arranquemos con las cifras, frías y cruentas…

En sus primeros nueve hoyos (empezó por el 10) fallaba hasta seis putts de cuatro metros hacia abajo, cinco de ellos desde menos de tres metros. Es decir, se le iban al limbo un buen puñado de oportunidades claras, tanto de par como de birdie.

VÍDEO: La pesadilla de Tiger en los greenes de Quail Hollow

Entre los hoyos 1 y 5 no consiguió dejarlas cerca, pero aún así no pateó nunca desde más lejos de doce metros, y siempre para birdie. No había que ponerle un pero a su juego largo. Muy bien desde el tee y más que fino con los hierros a bandera.

En el hoyo 6 llegaba la gota que colmaba el vaso… El recochineo. Putt para birdie de cuatro metros y medio, lo falla y vuelve a errar el de metro para par. El bogey caía como un gancho de Mike Tyson. Directo al mentón. Para sacar la bandera blanca y pedir la dimisión. El bogey además le ponía fuera del corte. Más madera, muchachos.

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El asunto estaba realmente para tirar la toalla y acabar desquiciado, pero a las duras también se ve, a veces incluso mejor, a los grandes campeones. Tiger apretó los dientes para sacar al menos un birdie durante la vuelta y darse la oportunidad de seguir en el torneo. La ocasión parecía propicia en el 7, un par 5 que se está mostrando como uno de los más fáciles del campo. Nanai. Opción de dos metros y, cómo no, fuera…

El hoyo 8 también es de birdie. Un par 4 corto. Tiger pegó una gran salida y se dejó un approach de unos 30 metros a la bandera. Aquí no estuvo fino. Aún así, la dejó a siete metros y, efectivamente, volvió a fallar el putt. Otra palada de tierra. Sólo quedaba un hoyo. Birdie o muerte. No había más.

Tiger acabó y se fue directo al putting green…

Y al final llegó… Casta de campeón. Otra gran salida, magnífico golpe a cuatro metros del hoyo y birdie al zurrón, el único del día. Tiger levantaba los brazos al cielo como agradeciendo esa pizca de clemencia final. El mayor mérito hoy de Woods ha sido mantener la calma y no perder la paciencia. Es, sin duda, una lección.

Woods ha disputado 893 rondas de golf en el PGA Tour (torneos regulares) y sólo cinco veces se quedó sin hacer birdies

Las estadísticas de putt del PGA Tour dice que Tiger es uno de los peores del torneo en este segmento. De hecho, no había hemos unos números tan pobres desde 2012, según las estadísticas que computa el circuito americano. Una pesadilla.

Al menos, con el birdie final, no sólo conseguía asegurar el corte, sino que además evitaba incrementar su estadística de vueltas jugadas en el PGA Tour sin hacer ningún birdie. Si contamos la de hoy y sólo mirando los torneos regulares, Woods ha disputado 893 rondas de golf y sólo cinco veces se quedó a cero su casillero de aciertos. Seguirán siendo cinco. Un poco de árnica…

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