Apenas seis días después del polémico caso de Phil Mickelson y su carrera para golpear una bola que estaba en movimiento en el US Open, Zach Johnson se ha tenido que enfrentar a otra bola en movimiento que casi le cuesta una mala pasada en la segunda ronda del Travelers Championship. Así es el golf, el destino, el azar, Murphy o como quieran llamarlo. Podemos estar años sin ver una acción de este tipo en un torneo y en seis días nos cruzamos con dos.
Bien es cierto, no obstante, que el caso de Johnson no tiene nada que ver con el de Mickelson. Es más, es exactamente lo contrario, aunque el hilo conductor, la bola en movimiento, sea idéntico. Ocurrió ayer en el hoyo 3. El campeón del Masters y del British tenían un putt de dos metros y medio para birdie y la bola, cuando parecía que iba a entrar por la cocina, se quedó colgando. Literalmente.
Johnson se acercó y esperó los diez segundos de rigor que establece la regla con la esperanza de que cayera sola al hoyo y anotarse así el birdie. De hecho, se le ve al jugador contando con los dedos… Sin embargo, la bola no cayó y fue entonces cuando se produjo el curioso momento. Johnson acercó el putter para embocar la caprichosa pelota y ésta empezó a moverse sola… Raudo y veloz quitó el palo. Estuvo hábil. De haber hecho el golpe tendría que haberse apuntado la penalidad por pegar a una bola en movimiento, aunque en este caso claramente habría sido sin intencionalidad. Así, lo que parecía un birdie, estuvo a punto de ser bogey y finalmente fue par.
La bola cayó sola al hoyo, pero como habían pasado más de diez segundos desde que Zach Johnson llegó al agujero, son dos golpes en lugar de uno. “Es cierto que podría haber ido andando más lento hacia la bola para que el inicio de la cuenta atrás de diez segundos comenzara más tarde, pero creo que no me habría sentido muy bien haciéndolo…”, explicó Johnson.
Zach Johnson took a par.
He sits one back of the lead.
His thoughts: pic.twitter.com/e2v7IQiD41
— PGA TOUR (@PGATOUR) 23 de junio de 2018
