Rafa Cabrera Bello tiene argumentos más que suficientes como para marcharse de la Ryder Cup con una sonrisa de oreja a oreja. El único pero, que no es poco, es la derrota, pero su comportamiento ha sido de matrícula de honor. Ha debutado en la Ryder, ha jugado tres partidos y ha ganados dos puntos y medio. Es el cuarto novato de Europa desde que compite en la Ryder Cup como continente (1979) que puede presumir de estar imbatido. Los otros fueron Paul Broadhurst (1991 en Kiawah jugando dos puntos), Thomas Bjorn (1997 en Valderrama jugando dos puntos) y Victor Dubuisson (2014 en Gleneagles jugando tres puntos). Una experiencia inolvidable.
La ayuda de todo el equipo antes del individual… «Ha sido muy especial. Hemos tenido un gran equipo, enormes compañeros, todos han intentado explicarme cómo iba a ser el domingo. Me sentí muy positivo, con mucha confianza, estoy muy contento por haber podido sumar el punto para el equipo».
El partido con Walker… «Jimmy es un caballero y un excelente competidor. Creo que los dos hemos jugado muy bien. Ha sido un partido duro y simplemente yo he tenido más suerte de mi lado. Me lo he pasado muy bien, he dado lo mejor de mí y por suerte ha sido suficiente. Cuando tú ves que tienes dos putts desde seis metros para ganar te sientes feliz y relajado, aunque la realidad es que tiré un putt horrible en el 16, por suerte Jimmy se había liado mucho…».
La Ryder Cup… «Todo lo que ha pasado esta semana es una experiencia de las que te cambia la vida».
Novato y ninguna derrota… «Es fácil salir imbatido de una Ryder cuando tienes un compañero como Sergio a tu lado. Creo que he jugado muy bien y he disfrutado de la experiencia. He estado muy motivado y me siento muy orgulloso».
No jugar el fourballs del sábado… «No me sorprendió quedarme fuera el sábado por la tarde. Cuando el capitán hizo las parejas íbamos cuatro abajo. Era mucho riesgo. Y si perdemos 6 y 5 en lugar de tener esa magnífica remontada… El capitán eligió al mejor equipo, a los mejores jugadores y a las mejores parejas que él pensaba que era lo mejor para Europa».
Otro rookie que valoró su primera presencia en la Ryder Cup fue Danny Willett. Eso sí, el inglés lo hizo en términos muy diferentes. Jugó dos puntos y perdió los dos. «Mi Ryder ha sido una basura… y si me permiten extenderme más diría que una auténtica basura». Y hablando de rookies: Thomas Pieters, con sus cuatro puntos, suma el mayor botín de un novato en la historia de Europa en la Ryder. El anterior registro estaba compartido por Sergio García y Paul Lawrie, con 3,5 puntos en 1999.
