Durante la rueda de prensa ofrecida hoy en Borriol, el ganador del Masters de Augusta, Sergio García, ha profundizado en la importancia que ha tenido su cambio de mentalidad para lograr al fin la victoria en un Grande. Una estabilidad personal, emocional y mental que, unida al entrenamiento, empieza a darle el máximo rendimiento posible.
«No es una nueva actitud. La he tenido muchas veces, aunque es verdad que a lo mejor en los Grandes estaba más inquieto. Esta semana en Augusta fue muy importante la mentalidad», ha confesado Sergio.
La influencia de Angela Akins, su prometida, es uno de los aspectos más comentados en las últimas semanas: «Ella me ha ayudado muchísimo. Pero no es la única. Todo mi equipo, mi familia, su familia, ellos desde hace menos tiempo… No desmiento que ella ha puesto mucho y me ha ayudado mucho, pero también es verdad que los golpes los pego y Siempre es importante tener a alguien que te quiere, te apoya, en lo bueno y lo malo».
Sergio cree que el trabajo que llevó a cabo en las semanas previas al Masters fue el más adecuado: «En Dubai ya fue muy bien. Aquella victoria contra Henrik (Stenson) me dio confianza. Después, la semana antes del Masters, trabajando en Austin mi padre me dijo al acabar que me veía muy bien y que creía que iba a hacer algo importante en Augusta. Nos encontramos los dos bien. La combinación del entrenamiento y mentalidad fue perfecta».
En cualquier caso, el golfista de Borriol cree que no ha cambiado en nada: «Soy el mismo. Tengo un Masters y a lo mejor de confianza estoy mejor que hace un tiempo, pero no he cambado para nada». Eso sí, se ha quitado un buen peso de encima… «A ver, si, algo de presión me he quitado. Siempre dije que no necesitaba ganar un major para ser feliz, aunque ayuda, no voy a mentir».
