En la previa del WGC Dell Technologies Match Play, torneo al que regresa seis años después, Tiger Woods ofreció ayer una interesante reflexión sobre su relación con el número 1 del ranking mundial, una posición que ocupó más tiempo que nadie en la historia, pero que a día de hoy, parece no obsesionarle.
«Fue mucho más fácil llegar a número 1 cuando comencé mi carrera», reconoció el californiano ante los medios. «No tenía puntos y sólo consistía en ganar torneos o pasar el corte, y automáticamente subiría en el ranking mundial. Y eso es básicamente lo que terminé haciendo, tuve un buen comienzo de carrera, gané algunos eventos y pude ascender al número uno», recordó.
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Sin embargo, como suele decirse, lo más fácil no es llegar sino mantenerse: «Si la pregunta es por la diferencia entre llegar y mantenerse, llegar a número 1 fue mucho más fácil que permanecer allí. Eso es difícil porque debes tener mucha consistencia, ganar torneos, y en las malas semanas no puedes fallar los cortes. En una mala semana debes estar en el top 10 o muy cerca para mantener los puntos», añadió.
«Durante la mayor parte de mi carrera fui lo bastante bueno para hacer cortes y sumar puntos en el ranking para mantenerme arriba. Jugué bien los grandes eventos, los majors, el THE PLAYERS, los Campeonatos del Mundo, donde los campos son más difíciles, así que pude seguir siendo número 1 un periodo de tiempo bastante largo», detalló Woods.
Ahora, en su situación, no parece obsesionarse en absoluto con recuperar el trono del golf mundial: «Esta vez es un poco diferente todo. Sinceramente, creo que ya es un gran logro el hecho de estar clasificado en el lugar en el que estoy actualmente, considerando de dónde vengo en el último año y medio». Eso sí, si algún día se le pone de nuevo a tiro, que nadie dude de que Tiger irá a por todas… Va en su ADN.
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