Inicio WGC WGC Dell Technologies Match Play La noche es joven y salvaje (como Rahm)
COWBOY DE MEDIODÍA | LA CONTRACRÓNICA

La noche es joven y salvaje (como Rahm)

Compartir

Nunca un jugador español ha disputado una final del Campeonato del mundo match play. Jon Rahm puede conseguirlo mañana, como Rafa Cabrera Bello pudo hacerlo el año pasado. Motivos más que suficientes de celebración porque, no nos engañemos, es algo así como un sueño.

Por tanto, cerramos el chiringuito hasta mañana a mediodía. Hay que salir a tomar el aire. A bailar. Hay que contárselo a los porteros ceñudos de las discotecas más cool de la ciudad. Y que nos miren como a bichos raros. Y que no nos dejen entrar.

Quizá haya quien considere que Charles Howell III o Soren Kjeldsen no eran rivales de tanto peso. Que le pregunten a Rory McIlroy o al propio Cabrera Bello si no pueden hacerte mucho daño como no los metas en cintura. Cualquiera, esta semana, puede hacerte mucho daño si no lo metes en cintura.

Y ya no es el nombre ni el palmarés del rival de turno. Es como ha marchado Rahm esta semana. Como ha pateado con y sin presión. Como se ha adaptado en cuestión de pocos días a esta nueva experiencia, digiriéndolo todo en tiempo récord. Es como se comportó en el estreno ante Chappell, cerrándole las puertas de golpe cuando parecía haberlas entreabierto. Es como lidió  aquella jornada ventosa, paciente y astuto, para doblegar a Lowry. Es como consiguió mantener a Sergio a raya. Es como le ha comido el terreno a Howell y Kjeldsen en un santiamén. Es esa determinación suya de salir indiscutiblemente a ganar cada semana. ¿Para qué esperar si el NO ya lo tengo?

El golf español no anda precisamente huérfano de gestas y fechas grabadas a fuego. Pero esta hay que añadirla ya mismo. Antes incluso de la semifinal. Que cada cual se ponga ahora unas nuevas expectactivas donde considere oportuno. Nuevas expectativas, sí, porque al menos deberíamos coincidir todos en un punto: hasta hoy Jon Rahm ya las ha pulverizado.

Cerramos el chiringuito. Nos sobran los motivos. La noche es joven y escasa. Joven y salvaje. Como Jon Rahm.