Bill Haas no podía ocultar su satisfacción tras derrotar a Phil Mickelson en los cuartos de final del WGC Dell Match Play. «Es un partido que voy a recordar toda mi vida. Es algo muy especial», admitió. Eso sí, al poco de terminar el duelo ya estaba pensando en las semifinales contra Jon Rahm.
Haas sabe que no va a tener un partido fácil. De hecho, medio en broma medio en serio pidió un deseo antes de jugar contra el español. «Pensando en el partido me gustaría encontrar 30 yardas más esta noche cuando esté durmiendo porque él golpea muuuuuy largo», dijo Haas de Rahm. «Si voy a ser más corto que él, definitivamente necesito estar en las calles y presionarle luego cuando tire antes a green. Tendré que hacerle atacar en lugar de darle facilidades. Seguramente va a ser muy difícil, pero nunca se sabe qué puede pasar».
Respecto al juego de Rahm, Haas primero bromea y después se pone serio. «Ojalá coma esta noche sushi de gasolinera y así quizás mañana esté enfermo… En serio, obviamente lo que está haciendo es impresionante. Creo que ningún jugador te discutirá que ya es uno de los cinco o diez mejores jugadores del mundo».
Jon Rahm, por su parte, definió su partido contra Soren Kjeldsen como la ronda casi perfecta. «No me acuerdo cuándo fue la última vez que jugué una ronda como la de hoy ante Kjeldsen, bueno sí, los últimos nueve en Torrey Pines (ganó el Farmers Insurance Open) también fueron muy buenos, pero desde entonces no he jugado 13 hoyos como hoy. No fallé un solo tiro, salvo quizás el segundo en el nueve. Y fallé por poco el green. Cada golpe era exactamente como yo lo veía y quería hacerlo. Así que, jugar así al golf y encima meter algunos putts es casi una ronda perfecta «, explicó.
Rahm está muy satisfecho de cómo está jugando al golf. «Mi juego en los tres últimos partidos ha sido realmente impresionante, incluso para mí mismo. Si hubiera tenido que jugar contra mí, seguramente habría acabado frustrado», señaló.
