Inicio WGC WGC México Championship Por qué Tiger siempre vive en la primera semana de abril

Por qué Tiger siempre vive en la primera semana de abril

Compartir
Tiger Woods, durante la rueda de prensa en México.
Tiger Woods, durante la rueda de prensa en México.

México arde en fiestas con Tiger Woods. Es su primera presencia en el país y se nota. El campo vibra de una manera especial. Ya ayer, martes, hubo muchísimo público. Muchos niños. Nunca hubo más medios locales acreditados para un torneo de golf.

Tal es la expectación que la organización se ha visto obligada a trasladar su comparecencia de prensa a las pistas de tenis del Club de Golf Chapultepec porque la sala prevista junto al media center se había quedado pequeña.

El cicerone de Tiger Woods y los dos ajustes en su bolsa

Tiger también está encantado de jugar aquí. Siempre ha defendido su condición de jugador global y pocas cosas le gustarían más que ganar esta semana por octava vez este torneo. Pocas cosas, pero alguna hay, y se llama Masters de Augusta. Todo lo demás, el resto de torneos, cada sesión de entrenamiento, es un medio para alcanzar el gran fin: volver a ganar el Masters.

Tiger Woods no oculta su obsesión. El Cholo Simeone se llevaría las manos a la cabeza con la confesión que ha hecho hoy el californiano. Eso del partido a partido no va con él, y mucho menos cuando Augusta ya se divisa en el horizonte. Tiger no se refugia en tópicos. Vive siempre en la primera semana de abril.

Tee times: partidazos para Jon, Sergio, Rafa y Adrián en México

Todo se ha desvelado mediante una pregunta inocente de un periodista local. Quería saber si, más o menos, si a dos meses vista ya tenía en su cabeza el Masters. La respuesta de Woods ha sido tajante. “Augusta está en mi radar desde octubre o noviembre”. Tras su frase, simple, concisa y directa, se ha hecho el silencio. Había que encajar tanta contundencia.

“Augusta está en mi radar desde octubre o noviembre”

El primero en reaccionar fue un periodista norteamericano que no dejó pasar la oportunidad de tirar del hilo. ¿Cuando compites en diferentes torneos de qué modo tienes presente también el Masters? “En todo, en los golpes que voy a necesitar en Augusta, en los palos que voy a pegar, en el tipo de swing que necesitaré para el Masters, en los problemas que estoy teniendo y en lo que estoy haciendo bien, los golpes que pegaré en Augusta, sobre todo cuando la bola está más alta o más baja que lo pies y también pienso en la velocidad a la que estarán los greenes de Augusta, cómo cambian del miércoles al jueves y cómo consiguen que cada año esté más duro y difícil”. Está presente de manera constante. Es su obsesión.

Batman y el inefable Jorge Campos ‘se cuelan’ en Chapultepec

En esta línea, no le va a servir de mucho los datos de distancia de sus golpes esta semana. Como decimos, es la primera vez que Tiger Woods juega en México y no puede evitar estar alucinado con las distancias que está haciendo por la altura. “Estoy pegando wedges de 180 yardas, más largos que algún hierro 5 que pegué el domingo en Riviera. Miras los datos en el trackman y no te lo crees. Tengo que trabajar mucho hoy en esto porque siento que aún me falta seguridad. No es fácil comprometerte con estas distancias. Ves la bandera y no te terminas de creer que vas a llegar. Pero llegas… Me queda aún mucho trabajo hoy para ajustar eso”, señala.

Las luces y sombras del estreno de Sergio con el ‘arm lock’

En cuanto a los cambios de material, Tiger confirmó que va a jugar la madera 5 y que dará descanso al hierro 2. “Me cuesta mucho levantarlo y con la madera tengo más spin. Otra cosa curiosa de este campo, por la escasa densidad del aire, es que muy difícil dar efecto a la bola. Es casi imposible cerrar o abrir los golpes. Hay que jugar de otra manera”, afirma.