Hay Grandes que quedan grabados en la memoria para siempre por un golpe sublime, celestial, definitivo. Uno de esos que pasa a la historia por su determinación, calidad y don de la oportunidad. Un chip desde fuera para birdie, una bola embocada desde la calle, un putt kilométrico para eagle o una sacada de búnker directa al agujero.
Seguro que si rebuscan en su cabeza encuentran varios ejemplos. Pero también hay Grandes que quedan grabados justo por lo contrario, por un descalabro inopinado, un mal golpe, una pesadilla, una corbata cruel o un bote despiadado. El Evian Championship, que terminaba este domingo en Francia pasado por agua, pertenece a la segunda categoría.
Lo ganó Jin Young Ko (-15), y lo ganó bien, pero pudo hacerlo porque un poco antes Hyo Joo Kim (-13) lo había perdido. Así de duro y real. Kim, que ya había ganado el Evian en la edición de 2014 y que llegó a ponerse con -16 después de once hoyos, se dejó su segundo triunfo en el búnker de la derecha del 14 cuando mandaba en la clasificación con un golpe de ventaja sobre Ko. El resultado en ese momento era -15 frente a -14. Algo puso de su parte al fallar el tiro a la trampa de arena, pero también hay que decir que toda la mala suerte del mundo se cebó en su contra. Murphy en acción. Todo lo que podía salir mal, sucedió aún peor…
La bola, que acabó en el búnker por apenas un metro, se quedó clavada y pegada al talud. Horrorosa. Kim hizo lo que tenía que hacer. Soltó un hachazo y se santiguó para que la bola saliera de la piscina de tierra. Fue un buen golpe y estuvo a punto de conseguirlo. Sin embargo, justo cuando estaba coronando la chepa del búnker para asomarse al green se paró y comenzó a retroceder. Volvió a caer a la arena con la mala suerte de que se hundió en una de las huellas que la propia Kim había creado al intentar la primera sacada. Se pueden imaginar que para dar el hachazo la huella tenía una profundidad importante. Injugable de nuevo.
La pesadilla no había terminado. En el segundo intento sí pudo sacarla y la dejó corta, en el antegreen. Tiró un buen putt de bogey, la dejó a un metro y falló el siguiente. Triple bogey mortal. Pasó en cinco minutos de tener el torneo controlado con un golpe de ventaja a colocarse dos por detrás, y todo bajo la atenta mirada de Ko, que jugaba con ella. Estaba claro con quién iba Murphy este domingo…
A partir de ahí, todo el crédito para Ko. Jugó de manual. No se metió en ningún problema y logró un birdie de campeona en el hoyo 17, tras embocar un putt espectacular de unos seis metros. Ahí se colocaba con -15, con dos golpes de margen sobre Jennifer Kupcho (-13), extraordinario comportamiento de la joven golfista norteamericana, y Shanshan Feng (-13), la china de sonrisa eterna que protagonizó uno de los mejores ataques del día. Las dos habían terminado ya su vuelta y no podían mejorar. El año pasado, cuando el hoyo 18 se jugaba como par 4, aún habría tenido que sufrir Ko para sacar adelante al menos el bogey y asegurar la victoria, pero en esta ocasión, como par 5, el trabajo ya estaba hecho. Hizo un par fácil y se llevó la victoria.
Es el tercer triunfo de Jin Young Ko esta temporada y su segundo Grande. Ya se llevó el ANA Inspiration en los albores de la temporada. A sus 24 años, esta coreana de swing pausado y mirada tranquila está dispuesta a ser la mejor. Ya ha sido Número 1, posición a la que volverá este lunes. Su actitud en los momentos de máxima presión es extraordinaria. Tiene temple y un putt fantástico en los momentos cruciales.
Precisamente, desbancará del trono mundial a Sung Hyun Park, golfista que hoy se desesperaba en los greenes y terminaba entregando la toalla a mitad de ronda. Mal día también para Inbee Park, que nunca se llegó a encontrar cómoda bajo la lluvia. Manda Corea, como siempre, aunque ahora el apellido que marca el ritmo es Ko. La última vez que una golfista que ganó más de un Grande en un año fue Inbee Park en 2015.
