Una sensación única antes de comenzar a jugar. «Desde que llegué al campo estaba muy tranquilo, como nunca lo había estado en un domingo de major. El sábado, por ejemplo, estuve más nervioso. Jugué bien, pero me costó más controlar las emociones. Incluso después de los dos bogeys sabía que estaba jugando bien y que tendría mis oportunidades».
El momento clave en el hoyo 13. «Fue un momento muy importante, sobre todo el putt que metí, porque antes había fallado otros y podía empezar a dudar un poco. Me dije que tenía que intentar sacar un buen 5 allí y después tratar de darme opciones con un buen final… Pegué el mismo drive que otros días, cortado, pero debió ir unos tres metros más a la izquierda y no pasó, pegó en un árbol.».
De lo que se siente más orgulloso. «De lo que más me siento orgulloso es de la mentalidad y el carácter que he mostrado, sin ninguna duda. Cómo de paciente he permanecido después de lo que me ha pasado en los hoyos 10 y 11. Y después de la salida del 13… En otras ocasiones, quizá, a lo mejor habría ido a quejarme de lo que había pasado con mi caddie, pero esta vez no fue así. Tenía que mejorar en esta parcela y lo he conseguido».
Cómo y cuánto deseaba ganar un Grande. «Para ser totalmente honesto tengo que decir que me siento la misma persona después de ganarlo. Evidentemente estoy emocionado por todo lo que ha ocurrido hoy, pero no voy cambiar, seré el mismo tipo de persona».
En qué pensó justo después de embocar el putt decisivo y otras reflexiones sobre el triunfo y el Masters. «Se amontonaron las cosas en la cabeza. Obviamente pensé en mi gente, mi familia, mis amigos… Y en los momentos en que las cosas no salieron como quería. También pienso ahora en todas las veces que he estado en Augusta y podía haberlas disfrutado más, pero no lo hacía porque, como un estúpido, me empeñaba en luchar contra cosas que no se puede luchar… Esta semana lo he hecho mejor que nunca porque entre otras cosas he mirado el campo de diferente manera. No voy a mentir. Este no es el campo en el que estoy más confortable, sobre todo porque yo soy un jugador más de fade y este campo es más de draw, pero sabía que podía trabajarlo bien y estoy orgulloso de haberlo hecho».
Acerca de aquello de ser el mejor jugador del mundo sin un grande. «Bueno, ya no tendré que responder a esa pregunta, aunque procuraba tomármelo bien. No está mal que te consideren el mejor de algo… Aunque me gusta más donde estoy ahora. No sé si ahora se planteará si soy el mejor de los jugadores con un solo major (risas). Pero puedo vivir con ello».
El mensaje que le mandó Olazábal. «Han sido muchos mensajes especiales de buenos amigos y la gente que me rodea. El mensaje de José Mari fue especial. Me escribió: «de momento no comparto mi taquilla con nadie (refiriéndose a la taquilla en el vestuario de los campeones) y no me importaría compartirla contigo». Me tocó el corazón. Así que si me quieren poner con José Mari en el vestuario, sería genial. Él es un gran hombre y mantenemos una gran relación desde hace muchos años. Es increíble acompañar ahora a él y a Seve como ganadores españoles del Masters».
Lo que Justin Rose le dijo sobre el green del 18. «Me dijo que nadie lo merecía más que yo, que se sentía muy feliz por mí y que lo disfrutara… fue una gran batalla y él jugó fantástico».
