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A Reed no le quita el sueño no ser el ojito derecho del público

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Patrick Reed © Augusta National
Patrick Reed © Augusta National

Patrick Reed, a sus 27 años, ya puede presumir de haber ganado su primer major. Nada menos que el Masters, en el Augusta National. Un éxito que a buen seguro aumentará sus índices de popularidad, que visto lo visto durante la última ronda de ayer, no parece que estén al nivel de otros golfistas con los que peleó por la victoria como Rory McIlroy, Jordan Spieth o Rickie Fowler.

Esta fue, de hecho, una de las preguntas que le hicieron nada más enfundarse la Chaqueta Verde. Aunque Reed tiene claro cómo, a su juicio, cambia el tema de la popularidad entre la gente. Y no parece que le preocupe mucho… «Si haces golf de calidad, la gente te va a animar y apoyar. Pero si dos jugadores hacen el mismo número de golpes, el que juegue en casa será el que reciba más aplausos. En este caso, como Rory estaba bien posicionado y ya había tenido oportunidad de ganar aquí en el pasado, no me sorprendió que la gente le animara al principio».

Porque parece claro, por las imágenes, que la gran mayoría se decantaba por otros candidatos a la victoria más que por Reed. Aunque el nuevo ganador del Masters extrae una conclusión positiva: «Cuando iba camino del primer tee tuve mucho apoyo de la gente. Y cuando llegó Rory, noté que el ruido era más fuerte. Pero eso me benefició. Sentí que me quitaba de encima mucha presión. La gente me animó, pero algunos de ellos animaron más a Rory. Y además había otros muchos jugadores intentando darme caza. Así que hay que verlo por ese lado, cuanto más ruido tengas a tu alrededor y mayores sean las expectativas, más difícil será jugar».

Y aunque se quitó esa presión de encima desde el principio, Reed reconoce que la de ayer fue su ronda más difícil: «Fue la vuelta más compleja mentalmente que puede haber. En la Ryder Cup es un tipo de presión totalmente diferente, sientes que tienes a todo tu país detrás de ti. Pero si ganas o pierdes tu partido, todavía hay otro montón de tipos que pueden recuperarlo… Nadie esperaba que saliera y ganara. Pero yo sí esperaba salir y ganar».

Eso sí, Patrick reconoce que se pasó los 18 hoyos del Augusta National mirando de reojo a los clásicos marcadores manuales del campo: «Sí, siempre miro las clasificaciones, no importa qué torneo sea… Quiero saber dónde estoy. Y vi que Jordan y Rickie estaban mejorando mucho. Sabía que mi birdie en el 14 coincidió prácticamente con el bogey de Spieth en el 18. En ese momento supe que si no había ninguna catástrofe, el título estaría entre Fowler y yo».

«Escuché un rugido monumental en el último hoyo, y como estaban jugando Jon y Rickie, supuse que sería por algo que había hecho Rickie. Está claro que ganar tu primer major no es nada fácil. Y hoy tampoco lo iba a ser. Sabía que sería una pelea de perros. Todos los jugadores que estaban ahí tienen talento de sobra para ganar. Pero también hay que ser fuerte mentalmente porque puedes tener muchos altibajos durante el juego…».