Cuando Tiger Woods llegó al Augusta National Golf Club el pasado año para disfrutar de la tradicional Cena de Campeones, el martes por la noche, no podía ni coger un palo. «Estaba debilitado», confesó el californiano esta misma semana.
Y por mucho que el Tigre disfrutaba del buen ambiente, la camaradería y las historias de sus compañeros de mesa, se sentía incómodo. En parte por el dolor que le atravesaba la espalda y una pierna, pero también porque, por segundo año consecutivo, no iba a poder jugar el Masters.
«Fue difícil ir a la cena», dijo Tiger. «No estoy retirado y ver a los chicos y escuchar la emoción que sentían por poder jugar allí era difícil para mí. También fue triste no tener a Arnold con nosotros, dejó un gran vacío». añadió.
«Estoy teniendo una segunda oportunidad en la vida», Tiger Woods
Tiger, ganador en cuatro ocasiones de la codiciada Chaqueta Verde, volverá a asistir a la Cena de Campeones de la próxima semana, cuyo menú elegirá el ganador del pasado año Sergio García. Pero esta vez será diferente para Woods. El torneo le espera… ¡y como uno de los favoritos!.
«Es algo hasta gracioso», desvela el Tigre en una publicación en su web oficial. «Un gran cambio, porque hace medio año lo más probable era que ni siquiera pudiera jugar», añade.
Después de someterse a una cirugía de fusión espinal en su espalda el pasado mes de abril, la cuarta intervención quirúrgica que pasa desde marzo de 2015, y con su carrera profesional en peligro, Tiger comenzó una ardua tarea de rehabilitación sin tener muy claro hasta dónde le conduciría.
En febrero, a sus 42 años, Tiger disputó su segundo torneo del PGA Tour en dos años, el Farmers Insurance Open, y logró pasar el corte. En el Genesis Open no pudo pasar el corte. Pero a partir de ahí empezó a hacer grandes progresos: 12º en el Honda Classic, 2º empatado en el Valspar Championship en su debut en el evento, y 5º empatado en el Arnold Palmer Invitational.
«He estado mejor cada semana que he competido. Un poco más fresco, como si estuviera empezando a jugar las piezas», explicó Tiger.
El segundo jugador con más victorias en la historia del PGA Tour, con 79 triunfos incluidos 14 grandes, se sorprende a sí mismo por lo rápido y lejos que ha llegado. «Estoy teniendo una segunda oportunidad en la vida. Soy un milagro andante», dijo.
Tiger no es capaz de explicar con palabras la emoción que siente de poder jugar la próxima semana la 82ª edición del Masters. Es su torneo favorito y lo echa mucho de menos. «Estoy ansioso por jugar. Es el torneo mejor organizado del mundo. El campo, los patrones, la atmósfera… Es el paraíso de los golfistas».
La semana pasada Tiger jugó por primera vez el campo de Augusta desde su última ronda en el Masters de 2015, cuando finalizó empatado en el 17ª puesto. Jugó dos ronda de prácticas de nueve hoyos junto a Bryson DeChambeau.
«Estoy ansioso por jugar el Masters, es el paraíso para los golfistas», Tiger Woods
«Han cambiado algunos greenes, pero se ven como si llevaran allí 100 años. El capo estaba fantástico y mi libro de yardas fue básicamente el mismo», dijo. «Jugué brutalmente largo, pero la bola irá mucho más rápido en el torneo», añadió.
«He estado jugando básicamente campos planos. Así que bajar pendientes y caminar fue diferente. Los únicos puntos reales en Augusta son los tees de salida. Así que hay que hacer ajustes constantes», dijo Tiger, que podría incluso jugar el famoso Concurso de Pares 3.
Lo que sí tiene claro Woods tras perderse los dos últimos Masters es que sus expectativas no han cambiado: «Estoy aquí para ganar».
