Inicio PGA Championship PGA Championship 2016 Rafa se da un homenaje olímpico para acabar
comienza con doble bogey, pero termina firmando una gran última ronda de 67 golpes en baltusrol

Rafa se da un homenaje olímpico para acabar

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Rafa Cabrera Bello (-1) ha terminado saliéndose con la suya, ganando en la última ronda y por goleada al Lower course de Baltusrol (vuelta de 67 golpes, tres menos en el día) y, sobre todo, recuperando toda la esencia de su juego, las buenas sensaciones y la capacidad de hacer resultado. Excelente augurio pensando en los Juegos, su próxima cita.

Nadie lo hubiera dicho después de que el canario jugara el hoyo 1 en esta jornada de locura, en la que casi no se sabía quién estaba jugando en qué ronda. Doble bogey después de encadenar una serie de errores, llevando la bola desde el tee al rough y a una mala posición. En el 3 volvía a fallar calle y salía de allí con un nuevo bogey. Aquello comenzaba a parecerse a un pequeño infierno, sobre todo porque el equilibrio de Cabrera Bello se basa en su fiabilidad desde el tee y una vez más, como le ha ocurrido a lo largo de buena parte de la semana en Nueva Jersey, no se encontraba cómodo con el driver en la mano.

Sin embargo, el mal comienzo tuvo un sorprendente efecto contrario. Es posible que se pinchara el globo de la presión. Que se olvidara de la Ryder, puesto que al fin y al cabo él está bien situado, son otros los que necesitan urgentemente apretar y, en el peor de los casos, todavía tendría tiempo de confirmar su presencia en el equipo europeo.

Si nos ponemos un poco pedantes, hasta es posible que, jugando junto a Ernie Els, recuperara el sentido del ritmo. O puede que tan solo frunciera el ceño y se dijera ‘de perdidos al río’. Fuera como fuera, a partir del hoyo 3 el jugador español se convertía en una maquina de precisión: en los quince hoyos siguientes tan solo fallaba una calle, y fue para mandarla al primer corte, sin daño, y cazaba absolutamente todos los greenes en regulación. No solo eso. También acertaba a dejarse algunas opciones de birdie más que claras, poniendo la bola muy cerquita de la bandera, y además se ponía a enchufar putts de birdie desde distancias en torno a los cinco metros. Moraleja: se marcaba un parcial de seis menos en esos quince hoyos finales, dándole la vuelta por completo a la situación. No es que vaya a acabar muy arriba en la tabla cuando este PGA caótico finalice (en torno al puesto 40º ó 50º), pero la sed de revancha saciada no se la quita nadie. Y la Ryder, probablemente tampoco. Pinche aquí para consultar los resultados.