Jon Rahm no le pone muchos peros a su primera vuelta en el PGA Championship. Hay que estrujarse la cabeza para encontrar algún golpe fallado, que los hubo, pero muy pocos. Su estreno en el Bellerive Country Club fue lo más parecido que puede haber a una balsa de aceite en un Grande, si es que es posible hablar de balsas de aceites en una cita de esta envergadura y con esta presión.
CRÓNICA: Jon se hace un sitio entre los ‘gallos’
En cualquier caso, Jon se mostró más que satisfecho al terminar su ronda y especialmente orgulloso por un trabajo mental que realizó en los días previos al debut y que ha funcionado de maravilla. El golfista de Barrika admite que ha sido “la ronda de golf donde me he sentido más cómodo en mucho tiempo”.
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«Ha sido la ronda de golf donde me he sentido más cómodo en mucho tiempo”
¿Y cuál es ese trabajo mental? Pues Jon lo explicó con detalle tras firmar la tarjeta de 68 golpes. Aquí les dejamos las declaraciones. Un avance: tiene que ver con la idea de no quejarse y aceptar lo que va a ocurriendo en el campo como un lance más del juego. En Bellerive tiene que ver con los greenes.
