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Nunca ha podido jugar un torneo allí como profesional

La peculiar historia de Tiger con Bellerive

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Tiger Woods © PGA Championship
Tiger Woods © PGA Championship

Con 22 años como profesional del golf a sus espaldas, parece complicado encontrar un solo campo de prestigio en Estados Unidos en el que Tiger Woods no haya competido nunca. Una situación que, curiosamente, se da esta semana en el Bellerive Country Club de St. Louis, en Misuri, donde se disputa el PGA Championship.

En su extensa y exitosa trayectoria deportiva, el Tigre pasó dos veces por este recorrido, inaugurado en 1897 y cuyo emplazamiento y diseño actual está vigente desde 1960. Pero en ambas ocasiones, causas de fuerza mayor impidieron a Woods disputar los torneos que tenía previstos en su agenda.

La primera, por una inoportuna lesión que le obligó a retirarse antes de empezar a jugar. La segunda, en septiembre de 2001, por algo que nadie esperaba y que él mismo explicó ayer: «Sí, 2001 fue una etapa muy surrealista, al menos para mí. Había hecho un clínic con America Express en la ciudad y jugué la ronda de prácticas con Calc, pero entonces ocurrió la tragedia…».

Tiger se refiere al devastador atentado terrorista contra las Torres Gemelas de Nueva York, el 11 de septiembre de 2001. «Intentamos aplazarlo para el día siguiente, creo que yo jugaba con Wiersy, pero en ese momento ya había caído una de las torres, donde había oficinas de American Express, el patrocinador del torneo, mucha gente perdió sus vidas… Así que creo que hicieron bien cancelando el evento», recuerda Woods.

En aquel Campeonato American Express, tercera prueba de las antiguas Series Mundiales, participaban dos españoles: Sergio García y Miguel Ángel Jiménez. A ambos, como a Tiger, les tocó hacer las maletas y volver a casa sin jugar tras lo ocurrido: «Aquello fue el día 11, y yo llegué a mi casa el día 13 tras un viaje de 17 horas en el que tuve tiempo para reflexionar mucho».

Desde entonces, Woods no había vuelto a Bellerive hasta esta semana: «No he jugado aquí desde entonces. De hecho, no había vuelto a pisar este campo desde aquella semana de 2001. No vine antes del British y ayer me tomé el día libre, así que lo único que he podido ver son los cinco hoyos que jugué hoy, que no es mucho. Tendré que ponerme las pilas mañana para tener una idea mejor para el resto de la semana».

Tiger dedicó el martes a los «baños de hielo y estiramientos» para poner su cuerpo a punto para el torneo, ayer jugó sólo cinco hoyos y hoy está dedicando el día a empaparse de todos los detalles del Bellerive Country Club, donde mañana comenzará su intento por lograr el 15º major de su carrera y su primer triunfo desde que regresó al circuito.