En la segunda ronda del PGA Championship, disputada hoy en el Bethpage Black Course de Nueva York, se ha vivido una situación rocambolesca que ha finalizado con una sanción de dos golpes al estadounidense David Lipsky por llegar tarde al tee del 1, en el que tenía programada su salida a las 12.43 horas.
Pero lo curioso del caso es que Lipsky estaba allí. Tal y como reconoce la PGA de América, el golfista de Las Vegas caminaba hacia el tee con un palo y una bola en la mano, pero no estaba dentro del área definida como punto de partida, por lo que el sensacional birdie que logró en uno de los hoyos más complejos del campo terminó convirtiéndose en un bogey.
Tan delicado es el asunto que, tras su ronda, Lipsky está con un total de cuatro golpes sobre el par del campo, a la espera de conocer si consigue o no pasar el corte. Algo que tendría absolutamente garantizado de no haber recibido esta penalización de dos impactos nada más empezar.
Jon admite que lo que no puede ser, no puede ser (y además es imposible)
Las reglas locales de Estados Unidos y los términos del juego definen en el apartado 5.3a el punto de partido de una ronda como el lugar limitado por unas estacas y unas cuerdas, donde al parecer no estaba Lipsky. Y en el 6.1a explican cuál es el momento de comenzar a jugar, dejando claro que el jugador debe estar listo a la hora exacta programada en el punto de inicio. Si no lo está y no llega en cinco minutos, será descalificado. Y si llega, se le aplicará una penalización en su primer hoyo, como ha sido el caso de Lipsky.
El despiste de no situarse dentro de la zona limitada por estacas y cuerdas a la hora en la que estaba programada su salida le puede terminar costando muy caro al golfista estadounidense. Aunque en este caso concreto, la aplicación de la norma parece excesivamente estricta, porque David estaba allí, listo para empezar a jugar…
