No parece que a Brooks Koepka le haya supuesto ningún tipo de presión añadida la habitual decisión del PGA Championship de agrupar a los últimos ganadores de majors. Ni que la presencia de Tiger Woods en su mismo partido, el único que pudo ganarle en el Masters, haya desviado lo más mínimo su atención de lo verdaderamente importante hoy en Long Island.
Porque el golfista de West Palm Beach ha dado una exhibición en toda regla, defendiendo el título que conquistó el pasado año con una primera ronda de 63 golpes, siete bajo par, libre de bogeys y superando de principio a fin las temidas dificultades que ofrece el Bethpage Black Course.
La suya fue su única ronda sin bogeys de toda la mañana para situarse en Casa Club con cuatro golpes de ventaja sobre el segundo clasificado. Brooks ha ganado tres de los últimos siete majors en los que ha participado y, a este paso, igualará los cuatro en dos años que conquistó su compañero de juego, Tiger Woods, en 2005 y 2006.
Ha habido una bestia (Koepka) que ha abofeteado a la otra (Bethpage Black)
Pero lo más asombroso de esta primera ronda impecable de Koepka fue la sensación de que podría haber sido incluso mejor. «Jugó bien. Pegó algunos buenos golpes desde el tee, que terminaron en los lugares apropiados, pero sinceramente creo que su puntuación fue la más alta que podía haber logrado hoy», dijo Tiger, que vivió de cerca la exhibición de golfista de Florida.
Porque Brooks no aprovechó para hacer birdie en ninguno de los pares cinco del campo, que suelen ser su coto de caza privado. «Se dejó por el camino algunos putts, fácilmente podría haber hecho una ronda incluso mejor», insistió Woods, al que le costará digerir lo sufrido hoy en Bethpage.
Las últimas seis rondas de Koepka en el PGA Championship han estado por debajo de 70 golpes, incluyendo dos de 63. Nadie lo había logrado nunca en este torneo en sus 101 años de historia. Y por si fuera poco, acumula tres rondas consecutivas en el torneo como líder. Desde que se pusiera al frente en la tercera ronda del pasado año, en el Bellerive Country Club, donde también mostró su impresionante potencial.
El destrozo de Brooks en cinco datos y la versión de Tiger
«Aquella fue una de las mejores rondas que he jugado como profesional», admitió Koepka en su día, tras necesitar sólo 25 putts para cerrar los 18 hoyos. Hoy, da las claves de su gran comienzo: «Este campo de golf es brutal. Pone a prueba cada detalle de tu juego. Tienes que pegarle a la bola muy recta, llegar lejos y buscar buenas posiciones. No puedes fallar un golpe y eso es algo que me encanta», explica Brooks.
«Nunca me he confiado. De hecho, creo que todavía estoy aprendiendo, entendiendo mi juego, y me emociona lo que está por venir. Entiendo más mis fallos, cómo resolverlos, y en los majors he entendido que no siempre tienes que apuntar a la bandera, como haces en los eventos regulares. A veces sólo se trata de ver cuántos bogeys y dobles bogeys terminas haciendo durante la semana», detalla el líder del PGA.
Antes del torneo Brooks pensaba que dos bajo par en cada ronda sería un resultado que podría darte el torneo. Ahora, después de su 63 de hoy, tendrá que darle una vuelta: «Siempre es bueno estar por delante, pero aquí todo puede cambiar muy rápido en un solo hoyo. Hay que ser consistente. Tengo que salir y concentrarme en mí mismo, no me preocupa el resto», confiesa. Su fórmula, por ahora, da resultados… y mete miedo.
Para ver en bucle: así ha sido la ‘salvajada’ de Koepka hoy en Bethpage
