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Koepka tiene un plan para vivir un domingo plácido en Bethpage

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Brooks Koepka © Golffile | Fran Caffrey
Brooks Koepka © Golffile | Fran Caffrey

Brooks Koepka afrontará la última ronda del PGA Championship con una ventaja de siete golpes. Muy mal se le tienen que dar las cosas y muy bien a alguno de sus rivales para que este domingo no sea el día en que el golfista de West Palm Beach levante el cuarto major de su carrera profesional, accediendo a un club de selectos campeones.

Pero el imparable líder en Bethpage Black prefiere no pensar en lo que refleja la clasificación y seguir haciendo su juego: «En realidad no me importa, sólo pienso en jugar buen golf». Eso sí, con un plan trazado para cerrar el torneo sin sobresaltos: «Si puedo tener un buen comienzo en los 6 primeros hoyos sería importante. Si consigo hacer uno o dos bajo par ahí, luego consistiría en aguantar hacer pares del 7 al 12. Pero mi objetivo es jugar una sólida ronda de golf».

Koepka está convencido de que la ventaja no le va a distraer ni a relajar lo más mínimo: «Definitivamente, no voy a bajar la intensidad, lo prometo. Sólo me centro en dar el mejor golpe posible en cada momento, con confianza, y eso no va a cambiar. De hecho a veces estoy ansioso por pegarle a la bola cuando veo volar la de mi compañero de partido y tengo que esperar un poco a que la multitud se calme».

«Ojalá poder hacer 10 golpes en el último hoyo sabiendo que con eso es suficiente»

La consistencia con la que Brooks está jugando desde el jueves en Bethpage empieza a afectar mentalmente a sus rivales, que no consiguen acercarse a é en la clasificación, y es algo que intentará seguir forzando este domingo: «Me encantaría seguir forzando esa situación mañana y ojalá poder hacer 10 golpes en el último hoyo sabiendo que con eso es suficiente».

Su agenda del día consistirá en levantarse a las 6.00 o 6.30, hacer unos ejercicios de relajación, desayunar, charlar con amigos y compañeros para ponerse al día, trabajar con su fisioterapeuta Marc Wahl, practicar pegando bolas durante una hora aproximadamente y de ahí al tee del 1, dispuesto a sellar otra gran ronda de golf y levantar el Trofeo Wanamaker.

El maestro grabador del Wanamaker ya tiene escrita hasta la segunda K

Unas rutinas de las que no forma parte ningún psicólogo. Koepka no lo necesita, salta a la vista: «No necesito un psicólogo o un coach deportivo. Soy bastante bueno en eso. Creo que es más sencillo de lo que muchos piensan. A veces cometen el error de tratar de averiguar qué está pasando si no juegan bien, y no creo que esa sea la solución, hay que enfocar el problema, masticarlo y seguir adelante».

«Uno debe saber que va a cometer muchos errores. Es un major, va a suceder inevitablemente, pero a algunos jugadores les cuesta dejarlos pasar. Ahí por ejemplo surgen figuras como Dustin Johnson, que se olvida de los errores muy fácilmente, impresiona en eso. He tratado de tomar nota cuando he jugado con él o con G-Mac, que también lo hace muy bien en el campo», concluye el líder del PGA.