Excelente arranque de buena parte de la Armada española en el Open de Escocia. Sobre todo de varios de aquellos que de momento no tienen hueco en el British Open de la semana que viene y que buscan una de las tres plazas que se reparten en el Gullane Golf Club.
Así, Adrián Otaegui (-5) y Alejandro Cañizares (-5) se han situado de entrada en una magnífica tercera posición, a dos golpes del líder, el danés Thorbjorn Olesen (-7). Además, Pedro Oriol (-3) y Jordi García Pinto (-3) también han comenzado con fuerza y, curiosamente, por caminos casi opuestos. García Pinto firmaba tres birdies en los tres primeros hoyos y después encadenaba quince pares, mientras que Oriol terminaba su vuelta con una impresionante serie de birdie, eagle y birdie para auparse al top-20 del torneo.
Junto a ellos, por cierto, anda también Rafael Cabrera Bello (-3). Pasan las semanas y el canario no pierde un ápice de intensidad. Hoy, de nuevo pleno de ritmo, fallaba sólo una calle y dos greenes y tan solo un doble bogey en el 7 le impedía luchar incluso por el liderato.
La mayor parte de la zona alta de la clasificación está cubierta por jugadores que habían salido al campo en las primeras horas de juego (hay que recordar que en este torneo, desde 2014, se reproduce el método del British: todos por el tee del 1 y más de nueve horas de salidas ininterrumpidas, sin turnos definidos de mañana y tarde). Otaegui, por ejemplo. También algunos de los grandes nombres: McDowell, Fowler, Kuchar, Walker. El joven vasco, ganador del British Boys en 2010, es un enamorado de los links y siempre disfruta en tierras escocesas. Mucho más si firma una tarjeta de 65 golpes, sin bogey alguno por el camino y con unas condiciones de juego fantásticas (apenas un poco de brisa marina), si bien no es Adrián de los que se achantan ante el agua o el frío.
Cañi, por su parte, quizá haya ganado algo de ventaja si se mantienen estas condiciones, puesto que hoy salía a jugar más tarde y el viernes lo hará en los primeros partidos.
Jorge Campillo (-1) y Miguel Ángel Jiménez (-1) se encuentran ahora mismo en la línea del corte. El extremeño se mantenía con un notable despliegue alrededor de green, mientras que el malagueño arreglaba una vuelta muy fea con un fantástico parcial de cuatro menos en el último tercio del recorrido, incluyendo un gran purito en el 18.
Pablo Larrazábal (+1) y Eduardo de la Riva (+2), por su parte, van a necesitar al menos sendas vueltas de 67 golpes (es un par 70) para asegurarse el fin de semana.
