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Resta una batalla inhumana en dos frentes

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Daniel Brooks (-12) ha defendido su liderato en el Open de Escocia como un león, entregando una tarjeta de 69 golpes, uno por debajo del par, después de coger sólo cuatro calles, de salvar un buen puñado de situaciones realmente complicadas, y también después de pegar algunos golpes soberbios. Todo ello, además, en una jornada en la que el viento al fin se decidió a fustigar el Gullane Golf Club.

A sus 28 años, este inglés no parece un jugador al uso, o al menos no responde a los patrones habituales. Para bien y para mal. Recordemos: fue capaz de ganar en Madeira un play off de desempate sin siquiera haber acabado antes un solo torneo del European Tour entre los diez primeros. Y es capaz de perder el corte en trece torneos consecutivos y casi acto seguido enseñarle la matrícula a la mitad del top-100 mundial, lo que nos lleva directamente a lo que ha hecho hoy en tierras escocesas. Vaya recital de recuperaciones, de putts embocados desde distancias delicadas, vaya gama de recursos para jugar en un links como el manual dicta que debe hacerse: tiros medios, bajos, misiles tierra-tierra…

Brooks es diferente y, sobre todo, tremendamente irregular. Tiene instinto y una habilidad especial, pero también es especialista en meterse en fregados (hoy arrancaba con doble bogey en el hoyo 1). O digámoslo de otro modo: mucho ojo como encuentre la senda de la consistencia, porque el muchacho asegura que en Munich, por momentos, ya jugó un golf de cinco estrellas… Y no pasó el corte.

La ristra de jugadores que todavía se han dejado una opción de victoria el domingo, con nombres grandes, medianos y en crecimiento, es demasiado larga como para recitarla sin coger aire. Aunque todos van a depender de la inspiración y acierto de Brooks y Raphael Jacquelin (-11 tras entregar la mejor tarjeta del día), que vendrán en el partido estelar. La Armada de las barras y estrellas mantiene a flote sus acorazados (Fowler, Kuchar y Palmer), andan por ahí Fleetwood, Luiten, Pepperell, y desde un poco más atrás tratarán de apretar los Rose, McDowell, Koepka, Grace, Lawrie, Fisher, Dubuisson…

Andan también al acecho Miguel Ángel Jiménez (-8), a quien da gusto ver en un campo de golf por lo mucho y bueno que transmite, a las duras y a las maduras, y Pedro Oriol (-7), que además se va a jugar una plaza para el British Open de la semana que viene después de entregar hoy un 67. Para ello tendrá que acceder al top- ten del torneo y superar a una jauría enfurecida que partirá con el mismo objetivo: Zanotti, Havret, Kapur, Paratore, Aguilar, Kieffer, Grillo, Wood… Todos ellos salen en principio a luchar por una sola plaza, pues las dos primeras parecen adjudicadas a Brooks y Jacquelin, que disponen de una importante ventaja. Habrá que ver, en todo caso, dónde y cómo terminan las ventajas y desventajas, porque mañana se anuncian vientos y la batalla en todos los frentes será despiadada.

Oriol, por si acaso, debe seguir el libro de ruta que tan bien le está yendo en 2015, aunque sus resultados no lo hayan reflejado al ciento por ciento, porque no cabe ninguna duda de que el madrileño está jugando el golf más serio y ordenado de su carrera. A saber: golpe a golpe y control de las pulsaciones, ya caigan bogeys, eagles, doblatas, birdies o chuzos de punta.

En cuanto a Miguel… El malagueño tiene muy claro que no piensa eliminar esta semana ni un gramo de grasa por culpa del estrés, porque su vista anda puesta en Saint Andrews desde que llegó a Gullane. El problema para los demás es que, vaya paradoja, Jiménez puede ser aún más peligroso en esta tesitura. Su nivel de concentración es directamente proporcional al de disfrute…

Rafa Cabrera Bello (-5) tampoco ha podido avanzar posiciones este sábado, ni siquiera mantenerlas o consolidarlas, aunque comenzara muy fuerte con dos birdies tempraneros. No obstante, la jornada ha sido dura para los últimos partidos, que son lo que más viento se han tragado, por lo que su registro de 72 golpes no debe achacarse gratuitamente a ninguna otra causa que no sea una mala adaptación al medio. Sin ir más lejos, tres de los grandes favoritos, Rose, Lowry o McDowell, tampoco mejoraban este resultado.

En un torneo con una bolsa de premios abundante cualquier esfuerzo dominical será jugosamente recompensado, y en este sentido tienen también algo que decir Adrián Otaegui (-5, hoy 68 golpes), Pablo Larrazábal (-4), Eduardo de la Riva (-3), Jordi García Pinto (-1) y Jorge Campillo (-1).

Un último apunte: Cabrera, Otaegui, Larrazábal y hasta De la Riva, por poner en algún punto el límite, aún podrían incluso hacer algo más que ganarse un buen jornal si tiran bien prontito una vuelta muy baja y después las condiciones de juego dan un vuelco, puesto que salen a jugar entre tres y cinco horas antes que los últimos partidos…

Resultados en vivo del Open de Escocia