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Rahm pasa el corte de su primer british y de nuevo, como en oakmont, lo hace de una manera épica

Jon Rahm: ¿Y qué tal si me acuerdo de lo bien que me va en la vida?

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Ha vuelto a hacerlo. Jon Rahm (+3) ha pasado el corte en su primer Open Championship, como bien hiciera hace un mes en Oakmont, donde no solo disputaba su primer US Open, sino también el primer Grande de su carrera. Ha vuelto a hacerlo, además, por el lado de la épica, como en tierras americanas, manejándose sobre la cuerda floja con una soltura y un coraje sorprendentes.

Porque el de Barrika arrancaba la segunda vuelta en Royal Troon con tres bogeys consecutivos, un parcial matador que unido al +3 del jueves le dejaba  fuera de juego. El día, en esos momentos, tampoco estaba para remontadas. El viento no soplaba con mucha fuerza, pero caía agua para aburrir, a borbotones intermitentes; chaparrones escoceses, horizontales, de los que te lavan la cara y enjuagan la boca. Se acabó, a otra cosa, ya habrá tiempo de volver a los links escoceses con ganas de sacarse la espina. ¿O no?

Sin embargo, después de hacer birdie al 5, un putt embocado por el joven vasco de unos 14 metros en el hoyo 6, también para firmar el birdie, cambiaba el escenario. Había que seguir remando… ¿O no?

Una mala decisión en el hoyo 9 («ese aprochito tenía que haberlo hecho pateando», decía) y el consiguiente bogey, cortaban de raíz la progresión y provocaban además un monumental enfado en Jon. El margen era cada vez más estrecho y el viento ahora sí soplaba con fuerza, aunque lo hiciera casi del sur, lo que no complica tanto la vida por los segundos nueve… ¿Fin del trayecto?

En el hoyo 11, el gran coco de Troon, una mala salida desde el tee y todo parecía irse, en efecto, definitivamente al traste. En ese momento, caminando hacia la bola, se puso a darle vueltas a una realidad clara, limpia y radiante como el sol: «en ese momento recordé la suerte que tengo de estar donde estoy y hacer lo que hago con 21 años». Dicho y hecho. Se arrancó a sí mismo una sonrisa, pegó uno de los mejores golpes del día para salvar sin apuros el par en el 11 y terminó sacándole un parcial de dos menos a los segundos nueve del campo.

Sobre el tee del 18 aún pensaba que necesitaría el birdie para pasar el corte y pateó para ello desde unos dos metros y medio, sin conseguirlo. En ese momento pensó que se había quedado fuera por una, pero la gran tempestad de viento y agua todavía estaba por desatarse y se acabaría metiendo sin apuro alguno. «Si no paso el corte me iré muy satisfecho por la lucha y de haber hecho todo lo que he podido», señalaba. Por si acaso, Rahm no se olvidaba de invocar todo lo invocable: «A ver si me echan una mano los dioses, la Virgen de Begoña, San Mamés, sea quien sea…», comentaba entre risas.

Afortunadamente, no fue así. Y todavía conseguimos que se pusiera en situación: si pasas el corte, ¿cómo saldrás el sábado a jugar? Esa era la pregunta y la respuesta ya nos preparaba para emociones fuertes: «iría a escalar todo lo que pueda, seguramente siendo más agresivo, sacando más el driver…» Toca apretarse los cinturones y disfrutar. Resultados en directo.