Jon Rahm venía sin hacer nada del otro mundo en una vuelta de prácticas de alcurnia en el Open Championship. Ha jugado este martes con Phil Mickelson, Jordan Spieth y Justin Thomas. Casi nada. Tampoco su golf está mal, pero mientras decide qué estrategia va a utilizar, dudando entre la agresividad de su drive o la opción más conservadora de jugar corto con el fin de asegurar más calle, siente que aún puede dar una vuelta de tuerca. Y así se lo anuncia a Phil. Quedan cinco hoyos.
“Hay que ver que todavía no he hecho nada en la vuelta, a ver si me sale algo de aquí al final…”, le comenta camino del tee del hoyo 14, par 3 de Royal Birkdale. Ahí comienzan los fuegos artificiales. La secuencia es extraordinaria: birdie en el hoyo 14, birdie en el 15, birdie en el 16 y remata con eagle en el 17 y par en el 18. Sensacional
Rahm y Birkdale se están conociendo y los primeros coqueteos han sido más que positivos. Se gustan. Le gusta. Es un campo exigente que demanda el mejor juego posible de tee a green. Seguramente, hace 15 días habría sido un fiero enemigo, intimidante, pero la victoria en el Open de Irlanda le ha hecho cambiar su relación con los links. Se sabe poderoso también en la costa británica, aunque también tiene claro que este reto será mucho más complicado que el de Portstewart. “Allí había mucho rough alrededor de las calles que estaba pisado. Aquí no. Los greenes también son más complicados. Es mucho más difícil en líneas generales”, asegura.
Sin embargo, está confiado. Aprendió una valiosa lección hace un año en Royal Troon jugando con viento. Se dio cuenta de que por mucho que sople, de poco vale tratar de reventar la bola, al revés, más viento, más suave. Así lo hizo en Irlanda y triunfó. “Trataba de pegarle tan duro en Troon que la bola tomaba más altura y el viento hacía lo que quería. Sé que tengo que pegarle más suave, con más ritmo y me irá mejor. También me ayuda mucho la nueva bola de Taylormade. No tiene nada que ver con la que jugué el año pasado. Esta responde mucho mejor contra el viento”, señala.
Rahm está bien pertrechado para arrancar el desafío y, por si fuera poca motivación, no deja de repasar los vídeos de Seve jugando en Royal Birkdale. “No sé cuántas veces he visto el vídeo de 1976, pero seguramente han sido millones. Es un jugador espectacular, único y muy inspirador. Con hacer en mi carrera la cuarta parte de lo que él consiguió, me doy con un canto en los dientes”, explica.
Jon aterriza en el tercer Major de la temporada tras el sinsabor del US Open y con la lección bien aprendida. “Tengo que controlar mis ganas de ganar. Hay que ir paso a paso. Seguro que Seve soñó en 1976 con ser líder del Open y tener la oportunidad de ganar y lo consiguió. Por supuesto que yo también sueño con hacer algo parecido, pero hay que ir tranquilos, paso a paso, controlando las expectativas”. Es aprendizaje a toda velocidad.
Aquí les dejamos las declaraciones completas de Rahm antes de comenzar el Open de Royal Birkdale.
