Inicio The Open Championship 2018 Crónicas de un árbitro desde Carnoustie Mi primer ‘ruling’ en el Open ha sido ‘con el VAR’

Mi primer ‘ruling’ en el Open ha sido ‘con el VAR’

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Branden Grace cruza la ría del hoyo 18 camino del green. © Golffile | Chomshamon Nilsson
Branden Grace cruza la ría del hoyo 18 camino del green. © Golffile | Chomshamon Nilsson

Primer día de arbitraje en el Open Championship y la experiencia ha sido extraordinaria. He acompañado el partido de Todd Hamilton, Beau Hossler y Jorge Campillo. Ha sido un día tranquillo en el que apenas he tenido que intervenir tres veces.

Diría que la decisión más difícil que he tenido que tomar no ha tenido nada que ver con el libro de Reglas del Golf, sino con algo más mundano. ¿Jersey de manga larga o chaleco sin mangas? ¿Tengo a mano el traje de agua o me arriesgo y lo dejo en la oficina? Estamos en Escocia en verano: se supone que a ratos hará frío, viento y lluvia, y otros ratos fresco, viento y sol, pero nadie puede esperar que haga realmente calor. Decisión equivocada, finalmente. La correcta era camisa de manga corta y protector solar.

Estamos en Escocia en verano: se supone que a ratos hará frío, viento y lluvia, y otros ratos fresco, viento y sol, pero nadie puede esperar que haga realmente calor. Decisión equivocada, finalmente

Hay que decir que en mi primer día de Open Championship he arbitrado 18 hoyos más 1, como diría el genial Ángel Nieto. Y es que mi primera intervención no ha sido en mi partido, sino cuando estaba andando como si fuera un espectador más viendo el golf, observando cómo se comportan mis compañeros árbitros más experimentados y tratando de matar los nervios del novato.

Hay que decir que en mi primer día de Open Championship he arbitrado 18 hoyos más 1, como diría el genial Ángel Nieto

Ha ocurrido en el green del hoyo 14, un par 5 muy famoso de Carnoustie y conocido como las gafas o los prismáticos, por la impresión visual del hoyo. El segundo golpe a green es ciego y lo único que se ve son los dos búnkers frontales que recuerdan a unas gafas. Como decía, estaba en el green cuando apareció primero la bola de Rafa Cabrera Bello. Un gran golpe. Se dejó opción de eagle. Justo después pegó Phil Mickelson y su bola dio la casualidad que pegó contra la de Rafa. No es habitual, pero sucede.

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Al ser un tiro ciego, ni Rafa ni Mickelson ni mi buen amigo José María Zamora, el árbitro que iba con ellos, pudieron ver lo que había pasado en el green. Cuando llegaron, Rafa marcó su bola como si nada y Mickelson la suya. Como vi que nadie decía nada, decidí intervenir, me metí por dentro de las cuerdas y avisé a José María para que supiera lo que había pasado. Tal y como dicta la norma, Mickelson jugó desde donde reposaba su bola y Rafa colocó la suya en la posición original, antes de ser golpeada por la de Phil. Se podría decir que mi primer arbitraje en el Open fue tipo VAR.

Jorge Campillo. © Golffile | Chomshamon Nilsson
Jorge Campillo. © Golffile | Chomshamon Nilsson

Se podría decir que mi primer arbitraje en el Open fue tipo VAR

Volviendo a mi partido, lo más curioso ha pasado en el hoyo 18. Hossler se ha ido de salida a la izquierda, al rough y desde ahí ha tenido la mala suerte de pegar un ‘socket’. La bola ha salido directa a la derecha y se ha colado por un hueco entre dos de las gradas del hoyo 18, una grande y otra pequeña. La bola iba tan suelta que ha terminado casi en el cruce para público del hoyo 1, justo detrás, pero a cierta distancia, de la grada del hoyo 18.

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Como contaba ayer, el campo está repleto de gradas, torres de televisión y otras obstrucciones temporales inamovibles, especialmente en los alrededores del green del 18, convertido en un gran ‘estadio de golf’. Por eso, cuando la bola de un jugador acaba dentro, encima o debajo de una de esas gradas, o le interfiere físicamente con su colocación o el área de swing, el jugador puede aliviarse sin penalidad usando una de las muchas zonas de dropaje que están situadas delante de las gradas. Pero si la bola acaba detrás de la grada, sin que le interfiera físicamente con el reposo de su bola, su stance o su área de swing, el jugador no tiene derecho a usar las zonas de dropaje, pero sí que podrá seguir pidiendo alivio porque la grada, que está allí sólo para ese torneo, interviene en su línea de juego hacia el hoyo.

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En ese caso, la forma de proporcionar alivio es un poco más compleja, mediante un procedimiento que conocemos como ‘más de un palo, pero menos de dos’ y es probablemente el ‘ruling’ al que los árbitros ‘amateur’ tememos más, porque no tenemos la oportunidad de practicarlos en los arbitrajes que acostumbramos a hacer. Y en este caso en particular, algo más complicado, pues con la cantidad de gradas que hay en el 18 resulta bastante difícil encontrar el punto equidistante del agujero donde ya no intervenga la grada, y más impresionante aún, con gradas llenas hasta la bandera de espectadores.

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Suerte que estaba por allí Shona McRae, la subdirectora de Reglas del Royal & Ancient, quien me había examinado años atrás, que conforme veía lo que yo iba haciendo, iba levantando el pulgar dando su aprobación al procedimiento. ¡Examen superado!

Como os he dicho, la experiencia ha sido estupenda. Me lo he pasado muy bien y el partido ha sido muy agradable. Los nervios del debut no han pesado. Hoy me toca arbitrar el penúltimo partido del día, así que aún no he decidido si me quedo a dormir esta noche en Carnoustie, en algún recoveco amable de un búnker.