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Mickelson desvela las lecciones que aprendió de Seve

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Severiano Ballesteros, British Open 1988.

Phil Mickelson ganó el Open Championship de 2013. Pero durante muchos años, pensó que no tenía las habilidades necesarias para alcanzar el éxito en los links. Era muy conocido en Estados Unidos por su prodigioso juego corto y sus famosos ‘globos’, que caían en los greenes como lanzados en paracaídas.

Pero este enfoque de altos vuelos, perfecto para los campos receptivos del PGA Tour, no era la mejor alternativa para el césped firme y los fuertes vientos que suelen ser protagonistas en el British y sus famosos links. Así que, tras 19 participaciones en las que sólo dos veces había logrado terminar entre los tres primeros, encontró la solución a sus problemas…

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En Muirfield, en 2013, completó una sensacional última ronda para levantar su primera Jarra de Clarete. Algo que ahora recuerda con nostalgia, desvelando en quién se fijó para conseguir adaptar su juego a este tipo de escenarios. «Me llevó un tiempo aprender a poner la bola en el suelo sin efecto», confesó Mickelson en la CNN.

«Fue un verdadero desafío porque pegándole a la bola altas y con tanto efecto, llegar a ganar el British fue mi mayor logro», añade. Hay que remontarse a la Walker Cup, versión amateur de la Ryder, que se jugó en Pormarnock, Irlanda, en 1991, para encontrar la primera vez en que Mickelson fue competitivo en los links.

Pero su primera gran lección llegó nada menos que de manos del legendario Seve Ballesteros, mientras jugaba el Open en Royal Birkdale ese mismo año. «Estaba viendo a Seve pegarle a la bola con los hierros, volaba baja, en golpes planos… Yo lo intentaba hacer igual, pero mi bola flotaba, girando demasiado y sufriendo los efectos del viento. Algo que se acrecentaba a la hora de caer al suelo. Y me llevó algún tiempo darme cuenta», confiesa Phil.

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Aquellas enseñanzas en directo junto a Seve Ballesteros no fueron las primeras para el bueno de Mickelson. Como él mismo desvela, era uno de sus jugadores favoritos. Y en su primer torneo como profesional, el San Diego Open, tuvo la oportunidad de jugar una ronda de prácticas con él. Y el resultado fue precisamente el que siempre soñó…

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«Me clasifiqué para el torneo como amateur, con 17 años, y un amigo mío, Ernie González, me consiguió una vuelta de prácticas con Seve. Salimos a jugar el martes, era mi primera ronda con el tipo al que admiraba desde siempre, y en ningún momento me decepcionó. El tiempo que estuve con él fue exactamente como siempre había esperado que fuera. Fue simpático, comentamos los golpes, nos divertimos, y aquello significó mucho para mí», recuerda Phil justo antes de comenzar un torneo en el que Seve es un auténtico mito…