Se acabaron las tomas falsas y las salidas nulas. Adrián Otaegui sabe que esta es la buena y está preparado para el desafío. Juega su primer Open Championship después de quedarse con la miel en los labios el año pasado en Carnoustie, cuando estuvo toda la semana como primer reserva y se quedó sin jugar. Esta vez no tiene que esperar a nada ni a nadie. Un año después se ha ganado la plaza. De hecho, ya lo hizo el año pasado al acabar entre los treinta primeros en la Race to Dubai.
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Otaegui ha preparado el Open como mandan los cánones. Jugó 18 hoyos el lunes, otros 18 el martes y cinco el miércoles. El trabajo ya está hecho. La hoja de ruta está marcada. Campo complicado y difícil, pero el golfista de San Sebastián confía en su buen juego. Tras varias semanas con algunas dudas, Adrián se ha reencontrado con su golf hace ya un mes. Pese a no pasar el corte en Valderrama e Irlanda sabía que estaba en la línea buena y así lo demostró en Escocia, donde incluso se dio una opción de victoria el domingo. Le ponen los links, le gusta el golf antiguo y esta semana le brindará su particular homenaje.
Campillo, con la honestidad por bandera al responder la Gran Pregunta
Otaegui ha decidido jugar el Open sin gorra. Ya lo hizo en alguna ronda en Escocia la semana pasada, pero el compromiso en ésta es para los cuatro días. Es la ventaja de no tener un contrato publicitario que le obligue a llevarla. Puede decidir. “Nada, voy a jugar como Seve en los 80”, bromeaba este miércoles después de terminar su jornada de trabajo. Asegura que no lo hace directamente por eso, pero ya que el Pisuerga pasa por Valladolid, tampoco está demás homenajear a los clásicos.
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