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El regreso a Portrush, más pronto que tarde

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Aficionados en Royal Portrush © Golffile | Ken Murray
Aficionados en Royal Portrush © Golffile | Ken Murray

Shane Lowry ha sido el gran triunfador del Open Championship. La Jarra de Clarete ya está en la vitrina de su casa, confiemos que mejor custodiada que aquel Irish Open que ganó como amateur y que le ‘birlaron’ unos amigos de lo ajeno en un asalto a su domicilio. Lo de Lowry está claro, pero hay otra ganador esta semana. Un ganador con mayúsculas. Se trata de Portrush. El regreso del Open a Irlanda del Norte se había tomado inicialmente como un experimento y el éxito ha sido rotundo.

Portrush ha triunfado en todos los segmentos. Lo del público ha sido demoledor. Se han vendido más de 237.000 entradas entre los días de torneo de prácticas, más que en ninguna otra sede del Open a excepción, claro, del mítico Old Course de St Andrews. Además, el ambiente ha sido espectacular. Los aficionados han vibrado y han transmitido una imagen de fiesta y respeto que ha calado muy hondo. Tiger Woods, tras fallar el corte, lo dejó muy claro: “El público ha sido increíble. Los espectadores aquí son maravillosos y muy respetuosos. Los niños son especialmente respetuosos, y eso es algo que no ves cuando juegas en otros lugares del mundo. Nosotros escuchamos algunos comentarios feos de los niños y creo que los adultos deberían enseñarles lo que se ha visto aquí. No podría haber jugando ante un público mejor que el de Portrush”. Y eso que, como decimos, falló el corte…

El campo ha sido otro de los grandes triunfadores. El Dunluce Course ha recibido los elogios de todos los jugadores. Ha sido unánime. Un links precioso y exigente, bien preparado, duro, pero ante todo muy justo. El que jugó bien hizo resultado y el que lo pasó mal sufrió de lo lindo. Sorprendió el diseño de Harry Colt por los pocos búnkers que tiene, pero todos acabaron encantados, disfrutando con el desafío, incluso en un día tan duro por las condiciones de lluvia y viento de ayer.

Y el último factor, el menos romántico quizá, pero seguramente el más importante, es la facturación del torneo. Se calcula que el Royal and Ancient ha generado unos ingresos similares a la última visita del Open a St Andrews. Esto supone nada menos que 18 millones de euros. Es difícil se deje escapar una sede como esta. De hecho, voces autorizadas involucradas en el British aseguran que volverá a Portrush más pronto que tarde, por qué no dentro de siete u ocho años. Incluso se apunta la posibilidad de que su regreso sea en 2024. Desde luego, no habrá que esperar otros 68 años, eso seguro.

Ah, y no olviden un argumento final que también suma… Las ganas con las que se ha quedado Rory McIlroy, sobre todo tras ver la victoria de su amigo Shane Lowry.